Sindicatos y patronal continúan la negociación, tras despejar incógnitas sobre banda salarial, revisión y jornada
El principio de acuerdo sobre jornada, banda salarial y cláusula de revisión, alcanzado en la madrugada de ayer entre patronal y sindicatos, no significa que las negociaciones hayan concluido. Esta semana continúan las conversaciones sobre otros temas del futuro acuerdo interconfederal, tales como empleo, jubilación, horas extraordinarias, derechos sindicales y eficacia general. Las patronales CEOE y CEPYME, y los sindicatos CC OO y UGT pueden tener dificultades para que sus órganos de dirección acepten el documento firmado a las cuatro de la madrugada del domingo.
El presidente de la comisión negociadora de la CEOE, Diego de Pedroso, advirtió, a los poco minutos de la firma, que por parte de los representantes de la patronal se había llegado incluso a "rebasar los límites establecidos por nuestra junta directiva". Diego de Pedroso añadió que "el peso de la responsabilidad contraída por las partes en esta negociación ha sido el factor más importante, y ello justifica que hayamos saltado los topes impuestos por nuestros órganos de dirección. Creemos", dijo, "que en cualquier caso, queda compensado por la necesidad de un acuerdo en materia de negociación colectiva".Las fuertes discrepancias existentes en el seno de la organización empresarial no quedarán resueltas con los primeros acuerdos alcanzados, sino que, por el contrario, es muy posible que se agudicen. Para el sector bancario, que ha venido defendiendo subidas salariales que no superaran el 8%, una banda como la que en principio ha sido aceptada supone un incremento de costes salariales considerable.
Tanto por parte de los representantes de la patronal como de los dos sindicatos, CC OO y UGT, el temor a una rebelión de las bases estuvo pesando a lo largo de las dos más largas sesiones del acuerdo, la del viernes-sábado y la del sábado-domingo. La comisión restringida encargada de elaborar un texto provisional que recogiera los puntos de coincidencia topaba continuamente con nuevas matizaciones, problemas simplemente semánticos de los que alguna parte hacía cuestión de principio.
Marcar límites
En todo momento, las parte se negaron a aceptar que se había llegado a un acuerdo de principio y ni siquiera reconocieron el término preacuerdo. Finalmente, dieron con una fórmula que, de aceptarse al pie de la letra, significaría que las negociaciones se encuentran prácticamente como al principio. El acta firmada en la madrugada del domingo dice textualmente: "Las organizaciones patronales CEOE y CEPYME y las centrales sindicales UGT y CC OO, representadas por los al margen señalados, han llegado a la conclusión de que los límites sobre los que deben tomar decisión las organizaciones respectivas en las materias de banda salarial revisión salarial y jornada son los que se detallan en anexo a la presente acta".Este afán de matizar al máximo el texto firmado ayer tuvo especial importancia para CC OO. Julián Ariza, al filo de las cinco de la madrugada del domingo advertía que "no nos ha parecido riguroso que se haya difundido que ya existe un acuerdo. Y no se trata de una cuestión de puro formulismo. Nosotros tenemos un mandato y no podemos asumir decisiones que deben adoptar tanto nuestros órganos de dirección como nuestras bases Mientras no se acepte en esos niveles, no puede hablarse de acuerdo".
Los temas delimitados -en expresión de los negociadores- son el primer paso de lo que puede ser un buen acuerdo. Y en esto sí coincidieron ayer CC OO y UGT, que hablaron de la dureza de las conversaciones y de los aspectos positivos que, a pesar de todo, se habían conseguido La banda salarial, aunque tenga el inconveniente de una apertura de tres puntos -del 9,5% al 12,5%-, recoge la posibilidad de llevar la negociación colectiva sobre la idea de mantener el poder adquisitivo, reivindicación planteada por las centrales desde la primera reunión.
Como novedad, la revisión se establece al 30 de septiembre, es decir, a los nueve meses, si el índice de precios al consumo (IPC) superase en esa fecha el 9%, computándose cuatro tercios de tal exceso con el fin de prever el comportamiento del IPC en el conjunto de Ios doce meses. Se indica, además, que la cláusula se insertará en todos los convenios que se firmen en 1983 y en aquellos vigentes en este año que no tengan acordadas las condiciones salariales. La primitiva oferta de la patronal marcaba el tope del 14% anual, sobre el que no se produciría revisión alguna. Este tope fue, finalmente, retirado.
Los sindicatos lograron, por último, que no se repercutiera en salarios la reducción de jornada, en contra de lo que defendía la patronal. A efectos de cómputo anual, la jornada será de 1.826 horas y 27 minutos de trabajo efectivo, dándose la posibilidad de distribuir la misma en períodos trimestrales, de manera que la media no supere las cuarenta horas semanales. En casos muy determinados se puede llegar al cómputo por cuatro meses.
Intervención del Gobierno
Aunque el Gobierno, al contrario de lo que ocurriera en el ANE, no ha estado sentado en esta mesa, su intervención ha sido mucho mayor de lo que las partes habían asegurado desear en un principio. En las largas sesiones del viernes-sábado y sábado-domingo -catorce y doce horas, respectivamente- tuvo mucho que ver la presión directa del propio presidente del Gobierno. El jueves, Felipe González mantuvo una larga entrevista con el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, en la que insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo en materia de negociación colectiva.El mismo día, el jefe del Ejecutivo se entrevistó también con Nicolás Redondo y otros dirigentes de la central UGT. En el encuentro, Felipe González les urgió a que evitasen la ruptura de las negociaciones, en aquellos momentos a punto de producirse.
El pesimismo existente hasta entonces sobre la posibilidad del acuerdo sufrió un giro radical. Aunque los negociadores afirman que el jueves 27 no se produjo ningún contacto entre las partes, UGT mantuvo contactos con la CEOE -que al día siguiente ampliaría a CC OO- para tratar de buscar una salida.
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