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Lorenzo y José Antonio Padilla,

hermanos de once y doce años, permanecieron secuestrados el viernes durante más de seis horas, sin que sufrieran daño alguno ni se haya conocido el móvil del delito. Los secuestradores, tres individuos, sólo se quedaron los zapatos de sus víctimas. La policía descarta cualquier interés económico por la falta de recursos de la familia.

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