Problemas de organización e infraestructura para el nuevo equipo de Radiotelevisión Española en Cataluña
La radio y televisión públicas en Cataluña tienen, a partir de hoy, un nuevo equipo gerencial. Queda pendiente el nombramiento de un cargo, el de delegado territorial. Los socialistas no quieren nombrarlo porque consideran que es una figura sobrante hasta que no funcione el tercer canal autonómico. Mientras, el consejo asesor del Parlamento catalán mantiene la opinión contraria, y ha manifestado su descontento por no haber sido consultado.
El circuito catalán de Televisión Española emite unas 27 horas semanales de programación propia. Las distintas direcciones de Miramar han intentado capitalizar el éxito de un incremento horario, aunque los logros conseguidos han resultado un tanto falaces, ya que el incremento de programación propia se hace a base de sumar minutos en la segunda cadena y a la hora de la siesta. De lunes a sábado, el circuito catalán emite una hora y media diaria por la primera cadena, a partir de las 13.30 horas.La segunda cadena acapara el grueso de la programación. Emite algo más de dos horas entre lunes y viernes, a partir de las 15.30 horas, y cubre la programación matinal de sábados y domingos. El presupuesto anual para gastos de programación es de unos cuatrocientos millones de pesetas.
Un problema previo a resolver, antes, incluso, de plantear cambios apreciables en la política de emisiones, es el de la próxima existencia de un canal televisivo autonómico, enteramente en catalán. TVE debe plantearse sus programas en catalán, no sólo en contenido sino en oportunidad horaria y líneas generales.
Con todo, al margen de su inevitable supeditación a la programación estatal, RTVE se encuentra con un grave déficit infraestructural. La construcción de los estudios de Sant Cugat se ha prolongado y, posiblemente, la primera fase no entrará en funcionamiento hasta el próximo curso.
Esta primera fase supone el disfrute de dos únicos platós. En la actualidad, los centros de producción están dispersados en tres poblaciones (Barcelona, Esplugues y L'Hospitalet). El centro barcelonés de Miramar seguirá cubriendo los espacios informativos. La existencia de Sant Cugat, cuando funcione a pleno rendimiento, obligará a plantearse la utilización de los estudios de Esplugues, alquilados a Antonio Isasi por un importe cercano al medio millón de pesetas mensual.
En el terreno de la infraestructura, la nueva gerencia se encontrará con un equipamiento que no es propiedad de RTVE sino que está permanentemente alquilado a empresas que, históricamente y en ciertos casos, han estado vinculadas a algunos cargos pretéritos.
Una tarea urgente, solicitada por el propio comité de empresa es la elaboración de una plantilla. Es decir, la fijación de las necesidades de personal en función de los proyectos de trabajo y la regularización de la situación de un número de colaboradores, cerca del centenar, que, por incompetencia burocrática, tienen derecho a fijeza en función de la fórmula contractual que les ampara.
Radio Nacional en Cataluña presenta una estructura más compleja. Existe una emisora comercial, Radio 5 -antes Radio Peninsular- que en la actualidad emite en Onda Media por una frecuencia de préstamo. No existe parangón con ninguna otra emisora de la red. El nuevo director de Radio Nacional en Barcelona, Xavier Foz, ha manifestado que estudiará una fórmula de supervivencia que podría consistir en pasarla a FM.
Otra emisora con personalidad propia es Radio 4, que emite íntegramente en catalán y en Frecuencia Modulada. Ultimamente habían resucitado los rumores acerca de su integración en Radiocadena.
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