Guerra y amor

En su reciente libro sobre Raoul Walsh publicado por Ediciones JC, el crítico catalán Joaquim Casas dice que Mando siniestro fue una película poco gratificante para el director, "que renegó del filme después de las manipulaciones hechas por la productora".Las razones de tanta reforma están entendidas por el escritor inglés Allén Eyles en su libro sobre John Wayne, como conse cuencias de la ambición que la marca Republic tenía sobre la película. Para 1940, un presu puesto de 700.000 dólares significaba, según él, el Mayor desembolso de la historia para una producción que podría enclavarse junto a otras películas del Oeste. Dos años antes, La diligencia, de John Ford, había costado menos. Y pretendían superarla.

De ahí la contratación de John Wayne y de Claire Trevor para los papeles protagonistas y de que se encargara a Raoul Walsh la dirección de la película; era un director experto, con casi treinta años de oficio y con algunos títulos excepcionales en su filmografía: Los violentos años veinte, uno de sus mejores títulos, emitido recientemente en televisión, fue realizada sólo un año antes de Mando siniestro.

El proyecto comenzó con la compra de una novela de W. R. Burnett y la contratación de cuatro guionistas que debían adaptarla a la pantalla. Pero ahí empezaron también, al parecer, sus conflictos, puesto que los escritores no alcanzaron acuerdo alguno y acabaron filmando un guión tan confuso que dificilmente podía ser salvado. Allen Eyles asegura que Raoul Walsh, con inteligentes movimientos de cámara, supo crear el ritmo que el guión ignoraba. La acción se desarrolla en las vísperas de la guerra de secesión. John Wayne, ayudante de un dentista, consigue la estrella de sheriff en competición con un maestro que, para más inri, está enamorado de Claire Trevor. Destrozado por tanto fracaso, se dedica al pillaje, fingiendo que sus secuaces son soldados del Sur. La batalla comienza.