Los valores eléctricos animan el mercado

Al calor de la expectación desatada por la posible contraoferta de Iberduero sobre las acciones de Electra de Viesgo, en la mañana de ayer se iniciaron las operaciones en los mercados de valores nacionales, dentro de un ambiente de cierta animación que se traducía en unas subidas apreciables en los precios de los valores eléctricos, implicados en OPAS, o susceptibles de ello.De esta forma, Hidrocantábrico y Eléctricas Reunidas de Zaragoza, experimentaban alzas importantes en los precios de sus títulos, superiores a los cuatro puntos, en el caso concreto del mercado madrileño, y arrastraban tras de sí a una buena parte no sólo de los valores de su grupo sino de los que se contrataron a lo largo de la reunión. Más que una presencia masiva de órdenes compradoras, hay qué hablar de una fulgurante retirada del papel que se había venido presentando a lo largo de las sesiones precedentes.

Dentro del grupo de valores que, sin ser afectados por esta expectación general, se beneficiaban sin embargo del clima más distendido, aparece Petróleos. Este valor ha retomado de nuevo algo de su pujanza. perdida y ayer mejoraba 3,5 puntos en la Bolsa de Madrid, cerrando al 70,5% con una apreciable demanda.

En cuanto al sector bancario, los planteamientos de sus responsables resultaban muy parecidos a los de reuniones anteriores. Las repeticiones abundaban. Sólo Hispano y Popular se atrevían a mejorar dos enteros respectivamente y ello a pesar de que los saldos vendedores continuaban sin resultar excesivamente abultados. En concreto, Banesto encabezaba el ranking en cuanto a diferencias negativas, con algo menos de 55.000 títulos a la venta. El siguiente, por número de acciones puestas a la venta sin colocar, resultaba el Central, con 8.593 títulos, siendo las diferencias del resto de estas entidades prácticamente despreciables. No obstante, hay que destacar que únicamente el Popular era capaz de ofrecer una pequeña diferencia positiva, concretamente de 4.483 títulos en los que apoyaba su mejora.

Los especialistas continúan mostrando su extrañeza por los derroteros que ha enfilado el mercado. Manifiestan su sorpresa porque en una coyuntura como la actual, en la que aparentemente existen muy pocas condiciones favorables para que se produzca un alza generalizada en la Bolsa, entendida ésta siempre como mercado de acciones, los precios de los títulos más significados muestren una clara vocación alcista.

Las dificultades que se están teniendo para conseguir un acuerdo en materia salarial entre los representantes de CEOE y los de los sindicatos, la escasa elasticidad a la baja que vienen representando los tipos de interés activos, las fuertes colocaciones que recientemente ha realizado de pagarés del Tesoro la autoridad monetaria, la distancia que media hasta el cobro de los próximos dividendos en un buen puñado de sociedades, y así un largo etcétera de razones son esgrimidas por estos habituales asistentes a las reuniones bursátiles, quienes no acaban de explicarse muy bien el por qué de los deseos de mejora del mercado.

Sin embargo, el factor que está obrando como aglutinante de las subidas parece ser bastante claro: las expectativas de beneficios rápidos y fáciles que están provocando las ofertas de compra de acciones eléctricas, y el deseo de los bancos de poner un freno a sus bajas.