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Las 'vacas flacas' llegaron a la Bundesliga

La Bundesliga alemana atraviesa una crisis de espectadores -1.444.500 en los nueve partidos del comienzo de la segunda vuelta- y los equipos se ven obligados a ahorrar: reducción de sueldos a los futbolistas, viajes en autobús y alojamientos en escuelas de deportes, en vez de hoteles de lujo. El fútbol de la República Federal de Alemania no ha digerido todavía el impacto negativo del Mundial.El mal juego continuó durante la primera vuelta de la Bundesliga, unido a la crisis económica del país, con cifras de paro que baten todas las marcas de la historia de la RFA. El resultado es que con la llegada del frío, sólo se llegó a una media de 16.000 espectadores por partido el sábado pasado, al reanudarse la Bundesliga tras la pausa invernal.

Los clubes atraviesan una mala situación económica y los directivos buscan desesperadamente caminos para ahorrar dinero. Los más afectados por la crisis son los equipos de las zonas tradicionales del fútbol alemán, en la cuenca del Ruhr, donde las cifras de paro son más elevadas.

El público del fútbol se recluta entre los obreros, que en la crisis actual tienen que mirar por los marcos. Algunos equipos del Ruhr han creado entradas rebajadas para los parados.

Los precios más reducidos tampoco consiguen atraer al público a los campos. El sábado pasado, el Colonia sólo tuvo 5.471 espectadores de pago para ver el partido contra el Braunschweig, a pesar de que el equipo renano todavía tiene aspiraciones al título y cuenta con un buen número de internacionales en sus filas. El Bochum y Francfort hablan de reducir un 10% todos los sueldos. El Nuremberg, el equipo que más veces fue campeón alemán, ha despedido a catorce empleados y cedió la explotación de la cantina del estadio, lo que esperan suponga un ahorro de 700.000 marcos (37 millones de pesetas).

El Hamburgo, a pesar de que va en primera posición y lleva 36 partidos consecutivos imbatido, tiene un déficit grande de espectadores, que espera recuperar en la segunda vuelta, con la presencia de equipos atractivos como el Munich, Stuttgart, Colonia y Dortmund.

El gerente del Hamburgo, Gunter Netzer, ha tomado ya la medida de vender a un marco (53 pesetas) el periódico del club, que hasta ahora se repartía gratuitamente los días de partido. El Braunschweig quiere ahorrar ocho millones de pesetas a base de reducir las primas. El presidente del Braunschweig dice que "tenemos que renunciar al lujo si no queremos perder la credibilidad".

La directiva del otrora glorioso Moenchengladbach decidió que el equipo no se alojara en hoteles de lujo, sino en otros más baratos y en escuelas de deporte. El equipo ha caído en la mediocridad y va camino de la segunda Bundesliga. La directiva ha sacado la conclusión de que los jugadores deberán viajar en autobús en vez de avión. Un equipo parece al margen de la crisis, el Bayern Munich, que lleva ingresados ya siete millones de marcos (370 millones de pesetas) esta temporada. Su gerente, Uli Hoeness, dijo que "el día que no podamos permitirnos un filete podemos cerrar la tienda". Las vacas flacas llegaron a la Bundesliga.

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