Las negociaciones para la paz en el País Vasco, entre la esperanza y el escepticismo

Nadie se engaña en Euskadi, donde se tiene muy claro qué son los deseos y cuál la realidad. Pero aun así, la negociación ha interesado a la población vasca y es motivo de discusión y hasta de cruce de apuestas. En todo ello hay, qué duda cabe, un porcentaje importante de escepticismo. Pese a que por primera vez se va a conseguir que se sienten en la misma mesa de negociación tres fuerzas que representan al Gobierno de Euskadi, al del Estado y a todo ese sector radical y crítico que, por vías políticas y de lucha armada, rechaza la Constitución y el Estatutoy pretende la ruptura, se es consciente de la enorme dificultad que el intento conlleva.La propuesta de apertura de una mesa de negociación entre el PNV, el PSOE y HB para la búsqueda de vías de pacíficación de Euskadi la hizo por primera vez Garaikoetxea a través de la revista EuzkadÍ, del PNV. En el número 66, de fecha 31 de diciembre', el lendakari, al referirse a sus deseos para el año 1983, afirmaba: "En síntesis, yo creo que debería desarrollarse un gran esfuerzo de diálogo entre el PNV, el PSOE y HB y lo que representa, para lograr la solución política a. la situación de Euskadi. Yo creo que es posible un entendimiento que traiga la paz a este país. Creo que es necesario y posible acallar las armas, reconocer la legitimidad de opciones ideológicas independentistas (menos lógico es que se toleren opciones totalitarias); que quede claro un compromiso de desarrollo importante del autogobierno; que se estudie, con todo respeto a la expresión de la voluntad de los navarros, una fórmula conciliatoria, sui generis, que no merme la autonomía real de Navarra... Creo que todo esto es posible".

Voluntad negociadora de HB

La respuesta de HB, acogiendo favorablemente la iniciativa de Garaikoetxea, se produjo al día siguiente a través de manifestaciones de algunos de sus dirigentes. No era una sorpresa para el lendakad, que había hecho sus sondeos en la coalición para saber cómo se recibiría una propuesta de este tipo. Por medio de recados, el lendakari logró el domingo 16 de enero que, por primera vez, dirigentes de HB franquearan la puerta de Ajuria Enea, sede de la presidencia del Gobierno vasco.

Iñaki Esnaola e Itzíar Aizpurúa, que insistieron en reconocer a Garaikoetxea únicamente como representante cualificado del PNV, hablaron con él de los temas susceptibles de negociación y de las limitaciones y la materialización de la misma. Se analizaron las posibilidades de acuerdo en los cinco puntos planteados por el lendakari como referencia para la negociación y, Lunque los dirigentes de HB aludían con frecuencia a la solución de los problemas -de Euskadi por vía de la alternativa KAS, aquél les persuadió de que no plantearan su discusión como exigencia de partida, tal y como han hecho en ocasiones abteriores.

Al concluir la entrevista, los dirigentes de HB manifestaron su voluntad de participar en la negociación, "manteniendo una postura abierta y responsable en tomo al tema de la normalización en Euskadi", siempre que ésta se efectúe con total libertad y sin condicíones previas y sea abierta y de carácter público. El mismo día que se entrevistó con los dirigentes de HB Garai koetxea hizo un llamamiento al PSOE para que se pronunciara so bre su propuesta. El Gobierno central y la Ejecutiva Federal so cialista guardaban silencio -Benegas insiste en que ni uno ni otra han tratado formalmente el tema-, en un evidente intento de no vincularse en una negociación de la que en principio recelan y de traspasar el asunto a la ejecutiva de los socialistas vascos. Quedaba descartada así la presencia institu cional'del Gobierno central. El lunes 17 de enero el PSOE de Euskadi se reunía para adoptar una postura sobre la propuesta de Garaikoetxea. Txiki Benegas comunicó a los informadores, al término de la reunión, la decisión de éste de apoyar la idea de la negociación, pero expresó sus recelos por la forma en que ésta se había planteado y el hecho de que el lendakari hubiera adelantado una serie de puntos de discusión, que el dirigente socialista interpretaba como condiciones previas.

-Muy distinto era el tono en que se expresaba Benegas, tras el encuentro que esa misma noche tuvo con Garaikoetxea para informarle del acuerdo de su partido sobre la iniciativa negociadora. Garaikoetxea había llegado a un pacto con los socialistas, como lo hiciera con los dirigentes de HB, para que hasta tanto no quede constituida la mesa y se abra el diálogo, los tres partidos interesados en la negociación se esfuercen por hacer las menos declaraciones posibles.

En el curso de su entrevista con Garaikoetxea, Benegas, al que acompañaba el diputado y dirigente vizcaíno Ricardo García Damborenea, insistió en que su presencia en la mesa de negociación sería en calidad de miembros del PSOE de. Euskadi y no de dirigentes del partido que sostiene al Gobierno central. Insistieron también ante el lendakari en la necesidad de que las conversaciones se produzcan en un clima de tranquilidad cítidadana y ausencia de atentados terroristas, y le invitaron a que convoque y dirija personalmente las reuniones de la mesa negociadora.

Encuentros decisivos

El jueves 20 de enero se produjeron tres- encuentros que resultan significativos para la marcha de la negociación: en Madrid, Benegas comió con Felipe González; en San Sebastián, Garaikoetxea se entrevistó con Arzallus, tras informar a la dirección del PNV sobre sus contactos con HB y el PSOE, y la coalición abertzale radical se reunía en Hemani para tratar el mismo tema. La impresión común entre los portavoces de estos partidos es que la primera reu 1 nión de la mesa de la negociación tripartíta podría ser convocada por Garaikoetxea para el jueves o el viernes de la próxima semana. Aunque aún no están concretados los detalles sobre la composición y funciona miento de la mesa negociadora, los portavotes de las tres fuerzas implicadas se inclinan por un nú mero de participantes restringido, y más concretamente, por dos por cada partido.

Consideran asimismo indispensable, que quienes se sienten a la mesa lo hagan con autoridad y capacidad de decisión suficientes sobre los temas tratados, y que, a poder ser, los negociadores sean siempre los mismos, aunque cabe la posibilidad de que se designen suplentes. Está confirmado que Txiki Benegas y Ricardo García Damborenea representarán al PSOE, y que Xabier Arzallus e, Iñaki Esnaola estarán presentes, al menos, por el PNV y Herri Batasuna. Los siete miembros de la mesa -ya que Garaikoetxea actúa como presidente- se reunirán previsiblemente en Ajuria Enea con una periodicidad que ha de decidirse en la primera sesión. En la misma, los participantes pretenden fijar una serie de temas susceptibles de negociación e incluso un calendario para las siguientes reuniones.

Aunque los portavoces de las tres fuerzas políticas participantes observan una prudencia notable al referirse a las dificultades que rodean a este nuevo intento de pacificaci-ón, hay tres aspectos que preocupan a la clase política vasca, porque se cree que pueden condicionar muy seriamente la negociación: la ausencia del diálogo de representantes de EE y de la derecha, la posibilidad de que se produzca algún atentado previo o durante la celebración de las conversaciones, y la materialización de la exigencia de HB que pretende que la negociación sea pública.

La primera incógnita parece despejada por la buena disposición de los partidos que han quedado al margen de la negociación, que afirman que aunque no se les invite a participar apoyarán la iniciativa y no harán nada por entorpecerla.

"Sin ánimo de despreciar a otras fuerzas, para que exista verdadera operatividad la mesa debe estar poco concurrida", explicó a este periódico Carlos Garaikoetxea, al justificar su criterio restrictivo sobre los participantes en la negociación. "De momento, para mover este enredado ovillo que tenemos que desembrollar, es más práctico que en un primer momento no se sienten en la mesa más que las tres partes, que por su peso específico en la comunidad autónoma vasca, la responsabilidad y características que concurren en ellos, les ha tocado estar. Pero desearía que al final de estas conversaciones surgiera un gran acuerdo nacional vasco".

Garaiko etxea se ha comprometido con los partidos parlamentarios vascos que no participan en la negociación, a tenerles puntualmente informados sobre el contenido de las conversaciones y a reunirse con ellos con este motivo cuando se lo pidan. No ha descartado en ningún momento la posibilidad de que en una segunda fase de negociación, puedan incorporarse a la misma estas fuerzas políticas.

El jueves día 20, Juan María Bandrés se entrevistó con Carlos Garaikoetxea a fin de convencerle de que "la negociación es incompleta si falta EE". Antes de entrar en Ajuria-Enea, Bandrés declaraba: "Nuestra presencia en la mesa no solo no complicaría la negociación, sino que la enriquecería. En los dos últimos años nosotros hemos trabajado por la paz, no sólo con la palabra, sino con los hechos. Hemos dado pasos muy importantes para la pacificación de Euskadi".

Como quiera que Garaikoetxea se mantuvo firme en su idea de restringir la mesa de negociación a tres fuerzas, Bandrés anunció el jueves que propondrá mañana al ejecutivo de EE que dirija un documénto a los tres partidos participantes en la mesa, a fin ue que éstos comuniquen de forma directa su criterio sobre la presencia de EE en la misma. Ion Idígoras, dirigente de HB, declaró a este periódico que la decisión del lendakari a este respecto "es correcta y práctica". "Entre los tres partidos pode mos situar, delimitar y profundiza mejor sobre los temas. La presencia de otras fuerzas menos repre sentativas puede dilatar y entorpe car la negociación".

Onaindía: "La propuesta es nuestra"

Mario Onaindía, secretario general de EE, no pudo ocultar el malestar que le ha producido la marginación de su partido en la negociación. "No hay ningún motivo o razón convincente para excluirnos del diálogo", declaró Onaindía a este periódico. "La propuesta se la comentamos nosotros a Garaikoetxea hace ya dos años", afirma al referirse a la iniciativa del lendakari. 'Tensarnos entonces que no nos correspondía a nosotros lanzar esa idea. Hablamos con mucha gente de este proyecto, incluido Felipe González, y pensábamos que tenían que ser las instituciones las que debían lanzar la idea, y más concretamente el Gobierno del. Estado o el vasco". Considera Mario Onaindía que el proceso autonómico ha tenido serias limitaciones como elemento pacificador o normalizador de Euskadi, "y una de ellas es el que HB no participara en el rnisrno".

Pero, pase lo que pase, si en estas negociaciones se alcanza un acuerdo político de fondo que implique el abandono de la violencia, o incluso aunque no salga nada, en cualquier caso el intento será posítivo, en opinión de Marlo Onaindía. "Sólo con que se dé la oportunidad de que tres fuerzas tan representatívas se comuniquen y dialoguen, es un paso positivo".

La tranquilidad necesaria

Nadie duda en el País Vasco que el inicio y la continuidad de las conversaciones en la mesa tripartita dependen de que se mantenga en Euskadi el clima de tranquilidad y de ausencia de atentados terroristas que se registra en las dos últimas semanas. La ejecutiva del. PSOE de Euskadi, al acordar su participación en la mesa por la paz, condicionaba, de alguna forma, su presencia en la misma al cese de todo tipo de acciones terroristas.

"Para que éstas conversaciones se desarrollen con normalidad, es necesario, por lo menos mientras duren, que se produzca un clima de tranquilidad y seguridad ciudadana", declaró a este periódico el socialista Ramón Jauregui, delegado del Gobierno en el país Vasco. "Puede no existir una declaración formal de tregua, pero queda claro que el espíritu con el que participan algunas fuerzas en la negociación exige que haya un clima de tranquilidad ciudadana. Sería una parodia trágica que estuviéramos sentados en una mesa, hablando de la paz, mientras en la calle se pegan tiros".

Aunque nadie ha exigido directamente a HB que se comprometa a lograr el cese de las actividades de ETA mientras duran las conversaciones, Iñaki Esnaola se ha adelantado a afirmar, refiriéndose a la postura de los socialistas: "El PSOE tiene un deseo casi obsesivo de que cese la violencia de ETA para iniciar cualquier conversación. Lo que no podemos admitir, ni creo que lo admitieran los demás de nosotros, es decir que para que empecemos a dialogar tiene que cesar la lucha armada, cuando nosotros somos HB".

No obstante lñaki Esnaola había declarado el pasado 14 de enero, al conocer la propuesta de negociación tripartita hecha por Carlos Garaikoetxea al presidente del Gobierno, Felipe González: "Si hay una voluntad real de negociación, como parece; si se va a hablar sobre la al.ternativa KAS, como parece que se quiere decir; y sí estas conversaciones sirven para allanar el camino para una futura negociación entre el Gobierno y ETA Militar, creo que no habría ningún problema por parte de la organización armada para conceder una tregua".

Carlos Garaikoetxea afirma en este sentido que "más que exigir a nadie plante amitentos determinados, como el cese de la violencia, han de conseguirse condiciones objetivas que rodeen estas conversaclones...". Esas "cond»ciones objetivas" son para Garaikoetxea, en definitiva, la ausencia en los días anteriores al inicio de la negociación y en el curso de la misma, de atentados terroristas. El lendakari confla, sin duda, en que por un valor entendido, ETA, sin necesidad de hacer ningún renunciamiento al respecto, mantenga una actitud de tregua.De cualquier forma, el lendakarí considera que la existencia de un atentado con víctimas en el curso de las conversaciones "sería una circunstancia objetiva muy perjudicial, por no decir nefasta, que podría poner en peligro el desarrollo de aquéllas. Los portavoces del PNV y PSOE consultados por EL PAIS a este respecto, no dudan en que un atentado con víctimas produciría, como mínimo, la paralización de las conversaciones. "Nosotros nos levantaríamos de la mesa", comentó Txiki Benegas.Otro aspecto que aún no ha quedado suficientemente claro y que puede condicionar desde el inicio la negociación tripartita, es la forma en que podría satisfacerse el deseo de HB de darle a aquélla un carácter abierto y público. Iñaki Esnaola ha reiterado que lo ideal sería que los medios de información estuvieran presentes en las negociaciones, y que incluso eligiera cada grupo a los representantes de las emisoras y de la Prensa, "con el fin de garantizar la máxima objetividad en la interpetación del contenido de dichas conversaciones", y para que el pueblo en general "esté enterado de lo que se está diciendo en cada rnornento". No obstante, los propios dirigentes de HB reconocen en privado las dificultades para que este criterio pueda materializarse.

"Hay que admitir", declaró a este periódico Carlos Garalkoetxea, "prácticas universales que se respetan y observan en este tipo de conversaciones, que si son universales, responden a una lógica y a unos requerimientos objetivos. Quizá ese deseo de transparencia que todo el mundo comparte, pueda lograrse por otros procedimientos, como sería una política informativa amplia, permanente y debidamente instrumentalízada por los participantes en la mesa de negociación". Es una incógnita si finalmente HB aceptará esta fórmula.