El Banco Exterior quiere acentuar la actividad comercial y no depender de las exportaciones
El beneficio bruto del Banco Exterior de España durante 1982 se situó en 4.063 millones de pesetas, con un crecimiento del 11% sobre los del año anterior, una vez que se han destinado cantidades importantes a provisiones para fallidos y para compensar las posibles oscilaciones del tipo de cambio de la peseta, según manifestó Francisco Fernández Ordóñez, presidente de dicha institución, quien se ha marcado como objetivo para su gestión al frente del Exterior el convertirlo en un banco competitivo con el resto del sistema financiero.
Las provisiones realizadas por el Banco Exterior para morosos y fallidos, así corno las correspondientes a las posibles oscilaciones en el tipo de cambio de la peseta respecto al resto de monedas, se acercan. al límite máximo puesto por el Banco de España en la superpastoral -el 1,5% del total de riesgos del activo de cada institución- y que no está sometido a tratamiento fiscal, según se recogía en el reglamento del impuesto de sociedades.A provisiones se han destinado 11.000 millones de pesetas, lo que significa un 56% más que el año anterior, y al fondo de fluctuaciones de cambios -formado el año anterior- se destinan 4.330 millones de pesetas, que sitúa en 5.130 millones el volumen actual del fondo. Estas cifras vienen a confirmar el acatamiento por parte del "más público de los bancos privados" del acuerdo existente entre los siete grandes en el sentido de que los resultados para este año se muevan dentro de una banda de crecimiento del 10/11 %.
El nuevo presidente del Banco Exterior se muestra partidario de continuar la política diseñada por los anteriores ejecutivos -cuyo representante máximo, Rafael Martínez Cortiña, continúa como principal colaborador de Fernández Ordóñez-, acentuando cada vez más el carácter de banco comercial, sin descuidar por ello la tarea básica, que es proporcionar fondos con los que llevar a cabo la acción exportadora de la economía española.
Las posibilidades de que la banca privada asuma, a medida que pasa el tiempo, un protagonismo mayor en la concesión de créditos a la exportación, a tipos de interés subvencionados, como lo hace el Exterior, significa que ha llegado a un techo en este tipo de negocio. En la actualidad el Banco Exterior de España proporciona el 62% de los créditos a la exportación que se conceden en España. Lo lógico es que este porcentaje no sólo no siga creciendo, sino que incluso descienda de manera significativa en los próximos años, aunque permanezca siendo el primer banco financiador de exportaciones.
Las posibilidades de expansión del Banco Exterior pasan por dos vías: tener una mayor presencia en los mercados financieros internacionales, y para ello van a intentar penetrar en el mercado norteamericano de la costa oeste, donde apenas hay presencia de bancos españoles, y, sobre todo, volcarse en el mercado interior español como banco comercial, en clara competencia con el resto de la banca privada.
El plan de transformación en un banco comercial pasa, según Francisco Fernández Ordóñez, por lograr "crecer más, bajando el coste del pasivo", ya que éste es uno de los más elevados de la banca española. Para ello se respetará el pacto entre caballeros al que llegaron los representantes de los grandes bancos sobre el particular, y piensa que lograr situar al Exterior como uno de los grandes dentro del mercado interno español exige reducir los costes de transformación, especialmente los de personal, que son muy elevados en este banco; introducir la informatización en la entidad y proporcionar a los clientes españoles los mismos productos financieros que presenta la banca privada. La negociación del convenio colectivo para este año será, posiblemente, de las más duras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.