Los ministros de Economía de los 'diez' analizan hoy en París la crisis mundial
FELICIANO FIDALGO, El temor de un apocalipsis financiero mundial, sin precedentes en la historia, y de consecuencias políticas incalculables, parece movilizar a los países ricos con el fin de remendar, en un primer tiempo, el sistema monetario mundial, y reconstruirlo después para, con todo ello, forzar una reactivación de la economía. En dicho sentido, este martes, en París, se celebra la primera de las reuniones de alto nivel, de los ministros de Economía de los diez, a la que seguirán otras de igual o mayor importancia hasta el próximo mes de mayo.
Hoy, en la capital francesa, se estudiará el aumento sustancial de la tesorería del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aliviar situaciones financieras graves.La crisis económica y financiera mundial, desencadenada por el primer choque petrolífero, hace dos lustros, ha desembocado en un clima de pánico que envuelve a todo el planeta. "Más peligroso que su debilidad militar frente a la Unión Soviética, lo es, para Occidente, el hundimiento económico.
El paro creciente en los países ricos y el hambre en el Tercer Mundo obligarán a los dirigentes occidentales a reflexionar y a tomar medidas comunes", se escribe y se escucha, un día y otro, en todos los meridianos y a todos los niveles del mundo industrializado.
El resumen de diez años de lucha contra la crisis económica es el siguiente: los países ricos, con sus técnicas de ortodoxia monetaria, han conseguido reducir sensiblemente la inflación, pero la actividad económica se ha paralizado.
Consecuencias más tangibles: déficit presupuestario, endeudamiento interior y paro. La recesión en los países industrializados ha provocado el hundimiento de los precios de las materias primas y la consecuente catástrofe económica del llamado Tercer Mundo, que vive de los préstamos que le hace el mundo rico.
Esos países deben, en el momento actual, 620.000 millones de dólares (casi una tercera parte de esta deuda es de Argentina, Brasil y México). Las dos terceras partes de los mismos países, el último año, no pudieron pagar a los bancos prestamistas occidentales la parte estipulada de su deuda, y algo más de la mitad, ni siquiera los intereses. Para evitar el crack, los bancos continúan prestando. En 1982, en Estados Unidos, ya quebraron 43 establecimientos bancarios de talla mediana o pequeña. Y, de no ser corregida la trayectoria económico-financiera del mundo, se teme que, no tardando, algunas de las grandes entidades crediticias se vengan abajo.
La reunión que hoy se celebra en París se sitúa en este contexto de calamidad económica mundial. Y su objetivo es colocar la primera piedra de un edificio que intentaría evitar un naufragio peor, sin duda, que el de los años treinta. Los ministros de Economía de los diez (Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, República Federal de Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Holanda y Suecia) han sido convocados por el presidente en ejercicio de ese grupo, el francés Jacques Delors.
Fortalecimiento del FMI
En esta reunión se discutirá, en primer lugar, el aumento de la tesorería del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trata de triplicar los denominados Acuerdos Generales de Empréstito (AGE), que pasarían de los 7.000 millones de dólares actuales a 25.000 millones.
En el origen, estos fondos les sirven a los países ricos para socorrer sus necesidades de urgencia. En lo sucesivo podrían ser utilizados, de llegar a un acuerdo, por cualquier país miembro del FMI. Paralelamente se hablará también de doblar las reservas normales del FMI, que son de 65.000 millones de dólares (en estos momentos sólo le quedan en caja 10.000 millones, tras los préstamos a Brasil y México), y que podrían alcanzar hasta 120.000 millones de dólares. Los diez países más ricos del FM1 se encargarían de financiar .ese aumento de tesorería mediante un crecimiento proporcional de su contribución respectiva. Estados Unidos, que hasta la fecha se negaba, a la vista de la grave situación mundial, ha dado luz verde. Para sufragar este relanzamiento del FMI se cuenta igualmente con Arabia Saudí, que renovará el préstamo de 4.000 millones de dólares que ya aportó los dos últimos años a la institución referida, y que podría aumentar aún su cuota.
A partir de esta primera operación, que podría subsanar levemente la falta de liquidez mundial, se sucederán otras reuniones con el fin de buscarle una salida a la crisis. El comité interino del Fondo Monetario Internacional se reunirá en Washington el próximo mes de febrero. El llamado Grupo de Versalles, en París, está convocado para abril, con el fin de reflexionar sobre un nuevo sistema monetario internacional. A principios de mayo, en la capital francesa igualmente, la sesión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) planteará lo que representa el elemento decisivo para salir de la crisis: la reactivación de la economía mundial. Y en Estados Unidos, a finales del mismo mes, los siete grandes, podrían tomar decisiones en esta última dirección.
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