_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La policía española

El 3 de enero se publicó una tribuna libre sobre la nueva policía. En primer lugar, creo que no hay ni nueva ni vieja policía, por cuanto sus componentes -por fortuna-son casi los mismos que existían hasta el fin del pasado régimen. En segundo lugar, comentando ya el artículo (por otra parte, muy bien medido), de lo que no hay duda es de que el funcionario, en general, y, la policía, en particular, están al servicio del Estado, de sus normas programáticas o constitucionales, y que todo lo demás debe recogerlo esa norma. Uno de los principios recogidos en los textos legales de la Europa libre es precisamente ese respeto al Estado y sus disposiciones. El planteamiento del derecho no lo hace la policía: lo cumple.Por otra parte, la policía no fue objeto de privilegio alguno, como tampoco lo fue el funcionario corriente, en el pasado régimen. Diré más: se la ignoró, burocratizándo la absurdamente, siendo un mérito impagable el que sus hombres con siguieran éxitos profesionales de gran valía y que, en general, fueran en su vida familiar y privada hom bres honestos, a pesar de la miseria de sus asignaciones. El actual Estado democrático ha concedido a los funcionarios, y especialmente a las fuerzas de seguridad del Estado, unas prerrogativas personales, morales y económicas que eran desconocidas. La policía, entre otras cosas, prácticamente nunca tuvo mandos propios en la escala de jefaturas, que, salvo muy al final, sólo eran confiadas a fuerzas militares. / J. Gallego. .

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_