El Gobierno desmiente que ya haya decidido trasladar a Zaragoza la base de Torrejón

La base hispano-norteamericana de Torrejón de Ardoz, a veintitrés kilómetros de Madrid, será desmantelada, y sus aviones e instalaciones, trasladados a otros puntos de España, según fuentes solventes. Estudios para el eventual traslado de las instalaciones de Torrejón a Zaragoza, donde existe otra fase aérea de utilización conjunta, habrían sido ya iniciados, informó ayer el periódico El Día de Aragón. El Gobierno desmintió oficialmente anoche que exista un acuerdo definitivo para el desmantelamiento de la base y su traslado a Zaragoza.

El alcalde de Zaragoza, Sáinz de Varanda, y el ministro de Defensa, Narcís Serrra, conversaron el martes en Madrid y según El Día de Aragón trataron de los problemas que plantearía el traslado de los aviones de Torrejón a la capital aragonesa. Se espera una próxima visita, de Serra a Zaragoza para estudiar sobre el terreno la situación. El diario aragonés anunciaba también que Albacete, donde el Ejército del Aire español cuenta con la importante base de los Llanos, podría recibir asimismo a los aviones de Torrejón. Medios informados citan también a Rota y Cartagena como posibles destinos de las actuales operaciones de Torrejón.Estados Unidos parece estar bien dispuesto a que este traslado se produzca y ofrecerá esta contrapartida en la renegociación del Tratado de Amistad y Cooperacción que deberá celebrar con el. Gobierno español antes del mes de mayo. En la negociación del nuevo tratado, el pasado año, la Administración de Washington ya estaba dispuesta a ofrecer el cierre de Torrejón, pero sus negociadores se sorprendieron de que el Gobierno de UCD no lo solicitara.

Desmentido del alcalde de Zaragoza

La base de Torrejón ha perdido importancia estratégica y logística para Washington, interesada sobre todo en mantener las actuales facilidades que posee en Rota y Zaragoza. Cara a la opinión pública, el cierre de la base de Torrejón, situada junto a la mayor concentración urbana de España, sería una baza política inmejorable para los socialistas.El alcalde de Zaragoza, Sáinz de Varanda, desmintió ayer rotundamente haber mantenido con Narcis Serra ninguna conversación sobre este tema, y aseguró que la única vez que ha hablado con él en los últimos tiempos fue el martes pasado, con ocasión de un encuentro ocasional, en el vestíbulo del hotel Palace, de Madrid, y que apenas hicieron otra cosa que intercambiar frases de cortesía. No obstante, admitió haberle enviado un informe sobre la base de Zaragoza, y al tiempo declaró que "los intereses nacionales deben estar por encima de los de una zona concreta, y los aragoneses siempre han dado muestras de saber ser solidarios".

Portavoces de la embajada norteamericana negaron ayer conocer cualquier plan relacionado con el presunto traslado de las instalaciones de la base de Torrejón a Zaragoza. Medios de la representación de los Estados Unidos en Madrid subrayaron que tal traslado no está contemplado en el Tratado hispano-norteamericano de 1976 ni en los convenios de 1981, aunque, no obstante, en último extremo se trata de un asunto cuya decisión corresponde al Gobierno español.

Por su parte, Eduardo Sotillos, portavoz del Gobierno, afirmó que es falso que se haya adoptado tal decisión, que el Gobierno no se pronuncia sobre lo que pueda suceder en un futuro próximo y que lo único que se ha estudiado hasta ahora, y de una forma muy preliminar, ha sido renegociación de aquellos artículos del Acuerdo que guardan relación con el ingreso de España en la OTAN.

En la base de Torrejón, que entró en funcionamiento en 1955, tiene su sede la XVI Fuerza Aérea norteamericana y el Ala de Caza Táctica 401 de la misma, en la que se encuadran 79 aviones de caza Phantom, que serán sustituidos próximamente por F-16. Están servidos por 4.507 militares y 685 civiles. Las unidades españolas que se ubican en la base son: Ala nº12, Ala de alerta y control, Grupo 43 de la Fuerza Aérea, 406 escuadrón, centro de misiles (CENMIS) y Jefatura Militar de Control y Circulación Aérea (JMCCA). Desde 1957 la base se halla amenazada por proyectiles soviéticos y en la actualidad lo es por los misiles SS-20, con cabeza nuclear.