Felipe González y Bruno Kreisky analizaron, en un encuentro privado en Palma, la situación internacional
El presidente del Gobierno, Felipe González, viajó ayer domingo a Palma de Mallorca para entrevistarse con el jefe del Gobierno austriaco, Bruno Kreisky, el primer encuentro que el secretario general de¡ PSOE mantiene con un presidente de Gobierno desde que accediera al cargo el pasado 2 de diciembre. Felipe González llegó al aeropuerto militar de Son San Juan a las doce y media del mediodía, a bordo de un avión Mystere de la Subsecretaría de Aviación Civil, acompañado por Julio Feo, secretario general de la Presidencia del Gobierno, y fue recibido por el gobernador civil de Baleares, Carlos Martín Plasencia, y por Emilio Alonso, presidente de la Secretaría General de Administración y Finanzas del PSOE, así como por distintas autoridades.
Inmediatamente, el presidente González se trasladó a la residencia de vacaciones de Bruno Kreisky, en Costa d'en Blanes, a doce kilómetros de la capital balear, donde almorzaron juntos en una reunión de "estricto carácter privado", según manifestaría posteriormente Julio Feo.El propio González dijo, a su llegada a la residencia del canciller austriaco, que "mi viaje a Palma de Mallorca es absolutamente privado. Somos amigos desde hace mucho tiempo y he querido venir a visitarle exclusivamente por la amistad que mantenemos".
Alrededor de las 13.00 horas, Felipe González y Bruno Kreisky se reunieron en casa de éste y permanecieron allí hasta pasadas las cuatro y media, mientras que numerosas personas, sobre todo niños y señoras, esperaban en la calle para ver el momento de la salida de Felipe González, a quien dedicaron piropos y felicitaciones por el Año Nuevo.
En la misma puerta de la casa mallorquina de Kreisky, una señora que esperaba la llegada de Felipe González, junto con otras cincuenta o sesenta personas, se abalanzó sobre el presidente y consiguió abrazarle. Felipe González agradeció el cumplido y sonrió, mientras que la señora gritaba feliz: "¡Le he tocado, le he tocado!".
Conversación entre amigos
Un grupo de siete u ocho niños se había cercado hasta la residencia del canciller austríaco con una pancarta, pintada con rotuladores de colores, con la leyenda "viva Fefipe". Cuando el presidente abandonaba la casa de Kreisky, uno de estos niños le gritó "¡Feliz Año Nuevo!" y el presidente, volviendose, preguntó: "¿Quién ha sido?, y se dirigió hacia el protagonista, lo cogió en sus brazos y le besó.
La visita de Felipe González a Bruno Kreisky tuvo lugar seis días después de que el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, se desplazara a Palma para visitar al canciller austríaco, con quien estuvo reunido durante tres horas.
En este sentido, el portavoz del Presidente, Julio Feo, dijo a los periodistas que ambas visitas "no tienen ninguna relación", recalcando su carácter de "conversación entre amigos" unidos políticamente, ya que ambos estadistas comparten la vicepresidencia de la Internacional Socialista, habiendo realizado juntos diversas misiones internacionales como el viaje que les llevó a Iran en favor de la paz de la zona hace ahora dos años.
Al finalizar el almuerzo, Felipe González dijo a los informadores que le esperaban: "He venido a ver a Bruno Kreisky porque somos muy amigos y mantenemos contactos frecuentes. Hoy hemos mantenido un encuentro muy cordial y hemos dado un repaso a la actualidad internacional".
Por su parte, Bruno Kreisky, en una improvisada conferencia de Prensa cuando ya se había marchado el presidente González, manifestó: "Hemos hablado de los problemas internacionales, políticos y económicos, y he invitado a Felipe González a que visite Austria oficialmente, aunque aún no está decidida la fecha del viaje. Además, hemos conversado sobre nuestra antigua amistad y lo seguiremos haciendo en el futuro".
Bruno Kreisky no concretó más la entrevista con el presidente del Gobierno español, agregando que habían sido numerosos los temas tratados, porque "claro que sé de lo que hemos hablado, pero eso ya se lo he dicho a él".
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