Servicio militar
En contestación al artículo publicado el viernes 24 de diciembre, en el periódico que usted dirige, bajo el epígrafe El tiempo del servicio militar, considero que las ideas vertidas en él son un craso atentado contra el raciocinio y las libertades del ser humano. Expresiones como "no tolerable", "Ilegar a ser un instrumento perfecto", "absoluta credibilidad", son muestras de un pensamiento claramente autoritario, aun intentando luego humildemente constatar que el Ejército ha fracasado en su perfección y credibilidad.Afirmar que el servicio militar debe hacerse "en constante tensión", insinuar que dicho servicio se hace enfrente de casa, mezclar las ideas de Azaña y proponer, por último, como posible solución a un hipotético servicio militar de voluntarios el "reservarles, a todos los niveles, muchos de los puestos de las administraciones: central, autonómica y de los municipios" pone punto final al despropósito. En uno de los párrafos se dice: "Resultaría preferible disolver los ejércitos que mantener la ficción a la que quedarían reducidos". Por lo que a mí respecta, ya han quedado, y ésa sí que sería una auténtica solución. /
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