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La guerra entre bandas mafiosas se cobra seis nuevas vidas en Italia

Juan Arias

Seis nuevos asesinatos de tipo mafioso, (dos en Sicilla, donde durante el fin de semana de Navidad murieron asesinadas siete personas, y cuatro en Nápoles, feudo de la Camorra) han vuelto a ensangrentar la vida italiana.

Esta serie de asesinatos, en la mayoría de los casos entre destacados miembros del hampa, revela que está en marcha una guerra sin cuartel entre las familias mafiosas por el control de la droga, la prostitución, la usura y el contrabando, fuente de ingentes ingresos.El Estado italiano, que vio caer asesinado, el pasado mes de septiembre, al prestigioso general Carlo Alberto dalla Chiesa, enviado a Sicilia para acabar con la Mafia, as iste impotente a esta nueva guerra clandestina.

El ministro del Interior, Virgilio Rognoni, se enteró cuando volvía de Palermo, donde acaba de celebrar una cumbre con las altas jerarquías políticas y policiales de la región, de que la Mafia acababa de volver a derramar sangre en la capital siciliana con dos nuevos asesinatos a sangre fría.

Las víctimas, en esta ocasión, han sido el hermano y el sobrino del conocido mafioso Tommaso Buscetta, considerado como uno de los mayores contrabandistas internacionales de heroína. Desde hace dos años, este gran gerifalte se halla fugitivo, pero se sabe que estuvo en Estados Unidos y después en América Latina. En un chalé suyo de La Paz, en Bolivia, la policía sólo consiguió encontrar un poco de calderilla de droga por valor de cien millones de pesetas. El jefe mafioso ya había huido.

El ministro Rognoni fue recibido en la mañana de ayer por el presidente del Consejo de Ministros, Amintore Fanfani, a su regreso de Palermo. Y, evidentemente, la respuesta fulminante de la Mafia a la cumbre celebrada en Sicilia, con los dos nuevos cadáveres, ha aumentado aún más las preocupaciones del Gobierno. Rognoni acababa de afirmar en Palermo que el Estado estaba presente en Sicilia en la lucha sin cuartel contra la Mafia y que tenía instrumentos suficientes para esta batalla, sin que fueran necesarias nuevas leyes especiales. Pero la Mafia no se estremece.

Y por si fuera poco, en Nápoles acaban de caer, víctimas de la Camorra, que es otro tipo de Mafia, cuatro personas asesinadas en la mañana de ayer. Y como en Sicilia,

también en Nápoles la Camorra está levantando el vuelo.

No se trata ya de la lucha entre los clanes de la mala vida ciudadana, como antiguamente, para controlar el mercado de la ciudad. También aquí la lucha es por el control del tráfico de droga, que supone miles de millones de liras. Y también este año el precio ha sido muy duro en materia de muertos: hasta ayer, el número de las víctimas de la Camorra era, según datos oficiales de la policía, de 264 personas, de las cuales, 156 han sido asesinadas en la ciudad de Nápoles, y el resto, en los otros lugares de la región.Como en Sicilia contra la Mafia, también en esta región de Campania la lucha contra la Camorra está resultando cada vez más difícil. No pudieron controlarla los Gobiernos democristianos regionales de los años pasados, acusados por la izquierda de connivencias con ciertos grandes camorristas, pero tampoco consigue hacerlo hoy el Gobierno comunista que está al frente de la ciudad de Nápoles. El alcalde, Maurizio Valenzi, ha confesado abiertamente que se trata de un fenómeno "nacional", tan grave, que "nosotros solos", dice, "no tenemos ni medios ni fuerzas para resolverlo". Y ha acusado al poder central de dejarles "solos y abandonados".

Millones en juego

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