_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Xenofobia alemana

Soy una española nacida en Múnich hace diecinueve años y deseo contar un caso que tiene lugar aquí en Alemania con demasiada frecuencia.Yo viajaba el domingo pasado con mi hermano de diez años en el metro-tren de cercanías para ir a patinar. En la estación de Hauptbahnhof (estación central de ferrocarril) entraron gran cantidad de personas en nuestro vagón mientras que nosotros conversábamos en castellano sobre nuestro patinaje. Entonces se sentaron un señor y una señora cerca de nosotros y cuando oyeron que hablábamos en castellano comenzaron a hablar sobre nosotros. Y digo hablar por no decir insultar, ya que no hablaban directamente con no sotros, sino que hacían como si nosotros no estuviéramos presentes.

Se dijeron frases como: "Ahí están sentados de nuevo esa gentuza extranjera". O: "No tienen ninguna educación y no hacen más que meterse los dedos en la nariz y limpiarse la boca con los dedos". O: "Habitan como bárbaros y apestan terriblemente". O: "Deberían irse y dejar libres para nosotros nuestros puestos de trabajo", etcétera. De repente, le gritó la señora a mi hermano, diciéndole que se levantase e insultándole con la palabra miserable kanake.

En ese instante me arrebató la ira y contesté que mi hermano no se levantaría porque no aceptaba que primero se nos arrastrara por el suelo y después se nos atacase tan brutalmente.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Entonces empezaron todos los pasajeros a insultarme: "Hasta ahí podríamos llegar, que los extranjeros estén sentados y nosotros de pie, y que incluso se pongan insolentes". O: "Esa mala educación es típica de esa chusma, algo parecido no existe entre nosotros", etcétera.

Entretanto, nos había defendido una señora alemana y preguntaba qué es lo que habíamos cometido y por qué nos trataban de ese modo. Esta señora, la única que salió en nuestra defensa, fue ofendida, calificándola de tonta y sin educáción: "No puede ser que todavía haya personas que defiendan a esta chusma". O: "Yo odio a todos los extranjeros porque yo, como moniquesa de nacimiento, tenga que oír esto". O: "Yo soy un buen hombre, pero esto no lo permito". Al abandonar el vagón me miraron con tal desprecio de arriba a abajo, como si hubiera cometido un asesinato. /

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_