El Ejecutivo andaluz rechaza frontalmente la política autonómica del Gobierno central

Las relaciones entre el Gobierno andaluz y el Gobierno central, ambos socialistas, entraron ayer en una situación de crisis al rechazar el primero de forma contundente la política de transferencias de la Administración Central. Rafael Escuredo ha solicitado, con carácter urgente, una entrevista con el presidente del Gobierno, Felipe González, para plantearle la grave preocupación del Ejecutivo que preside.

En conferencia de Prensa celebrada anoche, Escuredo aseguró que "el gobierno central está cometiendo un error de consecuencias políticas imprevisibles" al mantener criterios sobre política de transferencias que la comunidad autónoma andaluza considera sumamente negativos. Añadió que su Gabinete no aceptará que se renegocien los calendarios de transferencias ya aprobados, como es el caso del pleno de la comisión mixta de transferencias reunida el pasado 7 de septiembre. "El Consejo de Gobierno no acepta ni aceptará una reducción de las fechas de efectividad de los traspasos a los momentos temporales del 1 de julio y 1 de enero de cada año", subrayó el presidente de la Junta de Andalucía.

Escuredo, que aseguró contar con la unanimidad de todos sus consejeros y el apoyo del PSOE de Andalucía -cuyo comité ejecutivo ha pedido, a su vez, una reunión urgente con la comisión ejecutiva federal-, advirtió que el Gobierno andaluz se retirará de las reuniones globales de la cornisíón si no están presentes los representantes de aquellas comunidades del mismo nivel autonómico que Andalucía, en referencia al Pás Vasco y Cataluña.

Aseguró el presidente del gobierno andaluz que "Andalucía está recibiendo un trato similar a las autonomías uníprovinciales o a los entes preautonómicos, y no a la de otras comunidades del 151. Esto no lo podemos aceptar, y no lo vamos a aceptar".