ETApm amenaza con 'ejecutar' a Orbegozo si no se paga el rescate
ETA Político-militar VIII Asamblea, en un comunicado hecho llegar a diversos medios informativos, se declaró ayer autora del secuestro del industrial Saturnino Orbegozo y anunció su intención de ejecutarle "si no son cumplidas las condiciones exigidas para su liberación".Si bien parecen existir pocas dudas sobre la autenticidad de este comunicado, una llamada anónima posterior a Radio Popular de San Sebastián desmintió en nombre de la misma osganización la autoría del secuestro y afirmó: "Los que lo tienen, lo han hecho morir hace dos días, por pulmonía". Tanto la familia del industrial, como otras fuentes, quitaban credibilidad a esta comunicación.
Otra llamada -ésta a un diario de Barcelona- asegurando que Orbegozo estaba secuestrado cerca de Biurrun (Navarra) causó la movilización de fuertes contingentes de la Guardia Civil, y concretamente de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR), en el triángulo Biurrun-Campanas-Tiebas, a unos veinte kilómetros al sur de Pamplona, informa Carmelo C. Ridruejo. Hasta el momento de cerrar esta edición, la búsqueda del industrial en esta zona no había tenido resultados positivos.
Los secuestradores, que en un comunicado del pasado día 22 afirmaban que "la suerte que pueda correr Orbegozo no depende de ETA", reconocen ahora "ante la clase trabajadora y el pueblo vasco" su responsabilidad en el secuestro y aseguran que no lo habían hecho antes por "motivos de seguridad" y por la necesidad de "valorar el efecto político de la acción".
ETApm VIII amenaza con 'ejecutar' al industrial Orbegozo
El texto dedica a continuación unas treinta líneas a descubrir lo que los octavos califican como "postura intransigente y dictatorial de Orbegozo", para concluir que "es muy sencillo sacar a la calle a unos trabajadores divididos, manipulados y coaccionados permanentemente por la amenaza de cierre o de represalias económicas contra ellos". Los redactores del comunicado aseguran por dos veces que la acción "se inscribe en un marco mucho más amplio que el aprovisionamiento económico", ya que el secuestro "ha hecho saltar a la luz pública la parte más visible de las tramas paralelas organizadas por determinados sectores patronales encabezados por Olarra", informa Arantza Elu desde Bilbao.Sin, por lo demás, aportar ninguna prueba o indicio relacionado con sus acusaciones, los octavos aseguran que Orbegozo "ha contribuido a las cajas negras destinadas a financiar las actividades de los grupos mercenarios que atentan contra las organizaciones revolucionarias".
De ese pretendido "carácter político de la acción" deduce ETA (VIII) la necesidad de Ilevarla hasta sus últimas consecuencias, ahondando al máximo en los resultados políticos que para el movimiento revolucionario vasco pudiera tener. Sin embargo, a la hora de plantear las condiciones que evitarían Ia ejecución del industrial capitalista Orbegozo", no se incluye ninguna referencia a las anteriores consideraciones "políticas", y sí al pago del dinero exigido.
Hasta tal punto queda esto claro en el comunicado que los secuestradores incluyen toda una serie de advertencias relacionadas con el dinero, como que Ios recursos del clan han sido totalmente investigados y valorados como mucho más que suficientes", o que "cualquier intento de cargar alguna contrapartida a las espaldas de los trabajadores de Orbegozo supondrá el inicio de una dinámica de continuos ataques a sus intereses".
Como en el caso Ibarra
El comunicado finaliza advirtiendo que "a partir de ahora la muerte de Saturnino Orbegozo queda en manos de la familia". La frase es casi idéntica a la que encabezaba el ultimatum por el que, el 9 de junio de 1977, ETApm -en realidad, según se sabría después, la rama berezi, desgajada de dicha organización- advertía que "la vida de Javier Ibarra dependia sólo de su familia, que es quien tiene la última palabra". La familia de Orbegozo, que tuvo conocimiento del comunicado comunicado a través de Radio Popular de Bilbao, la emisora receptora del mensaje, evitó pronunciarse sobre el contenido del mismo. "Mientras esté en juego la vida del aita, la familia no está en condiciones de hacer ningún tipo de declaraciones", manifestó a EL PAIS María José Orbegozo. La hija del industrial confirmó, no obstante, la esperanza de los familiares en un desenlace positivo del secuestro que dura ya 46 días.
María José Orbegozo, portavoz de la familia, que evitó en todo momento referirse a las explícitas amenazas de los secuestradores sobre la vida de su padre, hizo constar la absoluta falta de noticias de la familia sobre el estado físico del secuestrado: "Desde el día 26 de noviembre que recibimos su fotografía, no hemos vuelto a saber nada. En estos momentos, no sabemos si está bien, si está mal o si está muerto".
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