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Reportaje:Televisiones europeas / 2

Independencia del Gobierno

Resulta difícil imaginar que en las televisiones del Reino Unido, Suecia e Italia pueda ocurrir lo sucedido en RTVE: que desde enero de 1981 se hayan sucedido cinco directores generales y que dos de ellos -Fernando Castedo y Robles Piquer- hayan sido destituidos por el Gobierno en intervalos de nueve meses por discrepancias políticas.Los cambios de Gobierno o de director general nunca afectan en Suecia a los directores de telediarios, comenta Jan Sandquist, periodista y principal presentador (anchorman) del telediario de mayor audiencia, Rapport.

Todas las televisiones tienen una vinculación directa o indirecta con el Gobierno. El poder que ejerce el Ejecutivo, sin embargo, es mínimo en todas ellas, exceptuando la RAI, donde, como se verá más adelante, los principales cargos directivos están repartidos entre los partidos del Gobierno. La BBC y la IBA son entes públicos. El máximo órgano directivo de la BBC, el consejo de doce gobernadores -equivalente al Consejo de Administración de RTVE-, formado por personas que representan la más amplia gama de grupos sociales, culturales, regionales, etcétera, es nombrado por la Corona a propuesta del Gobierno. El consejo elige los altos cargos de dirección y al director general.

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El consejo de la IBA, integrado también por doce personas, es nombrado, con criterios semejantes al de la BBC, por el ministro de Interior. Todas las competencias en materia de radiodifusión corresponden a este ministerio, que podría revocar las concesiones otorgadas a los dos entes si no cumplen las condiciones que regulan sus actividades.

Gobierno y Parlamento tienen, en principio, la última palabra cuando exista conflicto con los puntos de vista de la BBC, pero, como recuerda esta corporación en sus memorias anuales, "siempre ha disfrutado" y disfruta, de total libertad en las actividades de su programación". En el anuario de este año (página 132) se menciona, como ejemplo, una intervención del entonces primer ministro, James Callaghan, cuando inauguró el 18 de junio de 1976 los cuarteles generales de la BBC en Manchester: "Las organizaciones de radiodifusión son, en este país, responsables de los contenidos de los programas. Sus decisiones y acciones me producen a veces dolor, y yo mismo tengo que explicar en el extranjero, cuando se sienten heridos por lo que decís de ellos, que el Gobierno no tiene ningún control sobre vosotros. Piensan, sin embargo, incluso cuando les he convencido de esto, que el Gobierno, si tuviese voluntad de ello, podría hacer algo para frenaros. Les digo entonces que vosotros y nosotros tenemos diferencias algunas veces, pero que ninguna de estas diferencias jamás ha perturbado el principio fundamental de que el influyente medio de radiodifusión es libre del control político y siempre lo será".

Las diferencias entre Gobierno y BBC se pusieron de manifiesto con motivo de la información sobre la guerra de las Malvinas. El Gobierno, pese a sus públicas protestas, no pudo impedir que los informativos de la BBC expusiesen el punto de vista argentino. Algo parecido había sucedido en 1956 con ocasión del conflicto de Suez.

Jenny Crick, la portavoz de la IBA, expuso a este periódico la independencia de su organismo respecto al Gobierno en los siguientes términos: "Es una tradición en este país que el Gobierno no controle la radiodifusión. El Parlamento establece el marco legislativo. La BBC y la IBA deciden los contenidos de los programas por más que Gobierno y Parlamento protesten de cuando en cuando. Nuestro único límite es la ley. Los nombramientos que efectúa el ministro de Interior no son políticos, sino que representan el más amplio espectro social. Nuestro presidente, lord Thomsom, nombrado por el actual Gobierno conservador, era laborista cuando desempeñó anteriores cargos políticos, como el de comisario ante la Comunidad Económica Europea. Y los dos anteriores presidentes de la IBA, que eran conservadores, fueron nombrados por un Gobierno laborista".

Sucede lo mismo en la televisión sueca (SVT), un servicio público no comercial que se financia con los ingresos por canon de receptor, cuyo estatuto jurídico es muy singular. El 60% de las acciones aproximadamente pertenece a todos los sindicatos; el 20%, a las empresas editoras de los principales diarios, y el 20% restante, a distintas asociaciones de todo signo, como Cruz Roja, organizaciones de la mujer, etcétera, según los datos facilitados por Jan Sanquist.

El consejo de gobernadores, equivalente al de administración, lo integran trece miembros: siete de ellos, incluido el presidente, son elegidos por el Gobierno; el resto es elegido por los accionistas; dos de los consejeros (más otros dos en calidad de suplentes) representan a los trabajadores de la televisión sueca. El consejo elige al director general, normalmente por unanimidad, y a los principales cargos.

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