Decepción en Alcira por no haber recogido ningún premio

La jornada de ayer en Alcira comenzó con una gran expectación, ya que se esperaba que llegase algún premio importante a la zona afectada por las inundaciones, pero desde primeras horas de la mañana, en que se ya presentía que el gordo no tocaría con su suerte la zona, el interés fue descendiendo.Las tres administraciones de lotería de la localidad registraron durante la celebración del sorteo visitas fugaces de los que preguntaban "¿Cómo va la cosa?", pero la mayor parte de los alcireños siguió la retransmisión del sorteo desde sus casas, de las que salía la cantinela de los niños del colegio de San Ildefonso, y una vez finalizado, los locales de las administraciones de loterías presentaban un vacío desolador.

En la ciudad estaba vendida toda la lotería disponible hacía más de una semana, pues desde los más diversos puntos de España habían acudido compradores. La superstición que frecuentemente se empareja a las expectativas ante los sorteos de lotería, hizo que muchos pensaran en la zona devastada como firme candidata a una nueva lluvia, pero esta vez de millones.

"Hemos estado sin papel siete u ocho días", manifestaba ayer Francisco Comes, encargado de las administraciones 1 y 3 de Alcira, "salvo devoluciones esporádicas de clientes que habían hecho participaciones y no las vendían todas. Pero en estos casos los décimos nos duraban diez minutos".

A Comes han ido a buscarlo a su casa particular innumerables personas a las horas más insospechadas para conseguir lotería. "Incluso anoche", decía ayer, "a las once y media, todavía vinieron unos señores a intentar comprar". Algún despistado todavía ayer por la mañana acudía a las administraciones de Alcira, una vez iniciado el sorteo, para adquirir décimos.

Una peña de amigos llegó a comprar 100.000 pesetas en lotería de Santa Cruz de Tenerife para rizar el rizo acudiendo al punto de España más lejano de Alcira. Pero tampoco tuvieron suerte, pese a que el premio gordo había sido vendido en Canarias.

El interés de los alcireños continuaba ayer pendiente de las listas de ayudas gubernamentales para los damnificados expuestas en la plaza del Ayuntamiento. "¿Te ha caído algo?", era la pregunta más repetida. "Nada, ni un duro", la invariable respuesta. Y la gente seguía dirigiendo su atención a esos carteles en los que figuran los nombres de los otros agraciados.