Fortunato Cano,
El loco de Socuéllamos, de 66 años, fue detenido días atrás en un restaurante de Villarrobledo (Albacete) y trasladado a un centro psíquiátrico en Ciudad Real, informa Alfonso Castro desde la capital manchega. Fortunato tuvo como ocurrencia, mientras le servían la comida, subir a una de las habitaciones del piso superior, donde se apropió de tres pañuelos que estaban en una maleta, así como de varias llaves de habitaciones que previamente había cerrado. Días antes a su detención, sembró el pánico en Villarrobledo tras violentar las puertas de su cementerio. Al día siguiente estuvo en una entidad bancaria y abrió dos cuentas corrientes de cien pesetas cada una, argumentándole al empleado que esperaba una transferencia de treinta millones de dólares.
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