El Gobierno de Pinto Balsemâo seguirá hasta el nombramiento de un nuevo primer ministro
El Gobierno de Francisco Pinto Balsemâo se mantendrá en funciones hasta el nombramiento del futuro primer ministro portugués, según decidió ayer el Consejo de Ministros convocado en sesión extraordinaria por el líder socialdemócrata.
Según el comunicado gubernamental, divulgado antes de la audiencia presidencial en que Pinto Balsemâo informó al general Eanes de su decisión de renunciar a la presidencia del Gobierno, la decisión de mantenerse en funciones tiene dos objetivos: asegurar la continuidad de la acción gubernamental y disipar el ambiente de crisis, reduciendo el cambio anunciado a las dimensiones de una "remodelación ministerial que incluye la presidencia del Gobierno".
Lo que puede parecer un juego de palabras envuelve objetivos políticos muy importantes para el futuro político de Balsemâo, de su partido y de la coalición de Alianza Democrática. Conservar la iniciativa política, recuperada el domingo en el consejo nacional del Partido Social Demócrata (PSD), es la condición necesaria y suficiente para que Balsemâo se pueda presentar a sus aliados democristianos como el líder incuestionable de la coalición, como el verdadero dirigente del próximo Gobierno, cualquiera que sea su presidente.
Es evidente el desconcierto provocado entre los democristianos y los socialistas por la táctica adoptada por el presidente del PSD, que se había apresurado, después de las elecciones locales del 12 de diciembre, a presentar a Pinto Balsemâo y su partido como el gran derrotado, exigiendo, más o menos abiertamente, su renuncia a la presidencia del Gobierno.
Rumores de ultimátum
Los insistentes rumores, nunca desmentidos con suficiente firmeza, que circularon recientemente en Lisboa acerca de un supuesto ultimátum de los democristianos a Balsemâo y de una carta de Freitas do Amaral anunciando que ningún miembro del Centro Democrático y Social (CDS) volvería a formar parte de un nuevo Gobierno presidido por el actual líder del PSD han sido uno de los triunfos hábilmente utilizados por éste para obtener un voto de confianza público, reiterado y prácticamente unánime, de su propio partido.Uno de los más activos miembros del grupo de los criticos, adversarios de Balsemâo en el interior del PSD, confesaba el domingo que los socialdemócratas podrían ahorrarse los trabajos de un congreso nacional, porque el desenlace de éste estaba ya decidido, y Balsemâo volvería a ser elegido presidente con una mayoría aún más importante que en 1981.
Las dificultades que Pinto Balsemâo tendrá, sin embargo, que vencer en los próximos días son muchas y variadas; entre ellas, la de conseguir un consenso sobre el próximo primer ministro.
Bastaba una rápida lectura de los periódicos portugueses de ayer, en su mayoría favorables a la coalición gubernamental, para constatar que las decisiones del consejo nacional del PSD y la propuesta de Mota Pinto como futuro primer ministro distan mucho de provocar el entusiasmo.
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