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Mañana zarpa la primera expedición científica española a la Antártida

Más de 7.000 millas (unos 13.000 kilómetros) deberá recorrer la Idus de marzo por el océano Atlántico norte y sur, para llegar al punto cero de la expedición en Punta Arenas. Tras una estancia de doce horas en Vigo, donde se revisará el equipo de velas, su principal elemento propulsor, la goleta pondrá rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, última escala en territorio nacional antes de iniciar la travesía del Atlántico. Recife y Río de Janeiro son las únicas escalas técnicas previstas por el capitán Javier Babé en el continente americano, lugares donde embarcará buena parte del equipo expedicionario, excepto el grupo de nueve científicos que dirige Carlos Palomo Pedraza, del Instituto Español de Oceanografía.La goleta Idus de marzo pasará entonces la fase más dura de su singladura hacia la Tierra del Fuego, adentrándose por el estrecho de Magallanes en el paralelo 53 sur hasta echar amarras en Punta Arenas. Aproximadamente el siete de febrero doblará el cabo de Hornos y entrará en el Círculo Polar Antártico, rumbo a la península Antártica, donde se iniciarán los primeros trabajos de carácter científico.

Tripulación, científicos, cineastas y otros componentes de la expedición son todos de nacionalidad española, con edades que oscilan entre los veinticuatro años y los sesenta de Guillermo Cryns presidente de la Asociación España en la Antártida e inspirador del proyecto. La tripulación, compuesta por siete hombres, está encabezada por el capitán Javier Babé, de 33 años y Santiago M. Cañedo, de 34 años, primer oficial. Ambos son capitanes de la Marina Mercante y miembros de la sociedad armadora y propietaria de la goleta.

Interés por el 'krill'

Al margen también del equipo científico viajará en la expedición un capitán de navío de la Armada española. La goleta Idus de marzo mantendrá comunicaciones periódicas con el cuartel. general de la Armada a través de sus servicios radioeléctricos. Con ello, se garantizará un contacto permanente con la península, dentro del apoyo logístico con que cuenta la expedición. Nueve científicos, dirigidos por el jefe del Departamento de Geología Marina del Instituto Español de Oceanografía completan el equipo de expedicionarios que participa en esta Primera Expedición Científica Española a la Antártida. Miguel Oliver, director del Departamento Científico de la asociación y nuevo subsecretario de Pesca, destacó al Reino Unido y Chile al responsable del equipo científico en la Antártida, Carlos Palomo Pedraza, con objeto de recabar información acerca de las labores de investigación más recomendables durante la estancia de la expedición española en la Antártida.De las conversaciones mantenidas con sus colegas chilenos y británicos, la asociación ha decidido llevar a cabo un programa multidisciplinario que cubrirá la recogida de muestras de krill en el océano Antártico para proceder a su posterior análisis en España. Por otra parte, está prevista una estancia de una semana en la isla Decepción, donde se hará una investigación en profundidad del cráter sumergido de la isla, bañado por las aguas del Antártico.

Carlos Palomo señala: "se elaborará un informe de nuestros trabajos en la Antártida que se distribuirá entre los organismos científicos internacionales". Con ello, la Asociación España en la Antártida pretende proporcionar a nuestro país el estado de miembro consultivo del Tratado Antártico, del que actualmente España es miembro adherente.

A largo plazo, la asociación no descarta la instalación de una base española permanente en la Antártida, por parte de la Administración, así como la creación del Instituto Antártico Español, supuestos ambos que significarían la consolidación definitiva de sus objetivos.

Equipo técnico

La Idus de Marzo cuenta con todos los elementos de seguridad y salvamento exigidos por el Convenio SOLAS 74 para los buques de pasaje de viaje internacional largo. Lleva dos radares de 48 y 32 millas de alcance; dos sondas, instrumento para medir la profundidad, con mil metros y doscientos metros de alcance y alarma programada, un radiofacsímil destinado a la lectura e interpretación de los mapas meteorológicos, un radiogoniómetro automático de funcionamiento parecido al utilizado en la navegación aérea y un sistema de navegación por satélite que proporcionará puntos exactos de navegación cada veinte minutos en a Antartida.En el campo de las comunicaciones, la goleta lleva equipos de onda media y corta, capaces de establecer contacto con cualquier lugar del mundo, equipo de radioaficionado con una completa red de conexiones y un sistema VHF para las comunicaciones entre barcos y barco-tierra-barco.

La Idus de marzo, de 32 metros de eslora total y un desplazamiento de 105 toneladas, basa su capacidad de evolución en los 537 metros cuadrados de su superficie vélica, que quedarán repartidos a lo largo de sus tres mástiles, de más de veinte metros de alto cada uno. Cuenta asimismo con dos motores de 165 caballos y un completo equipo de generadores además de un sistema de carga generado a través del giro de las hélices cuando el barco navega a vela.

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