El Papa y Nicaragua
Somos sacerdotes de la parroquia de San Raimundo de Peñafort, pero escribimos esta carta a título personal. Nos da pena la noticia leída en EL PAIS, de 5 de diciembre, de que el Papa pone como condición para visitar Nicaragua la dimisión de los sacerdotes católicos que ocupan puestos en el Gobiemo nicaragüense. No entendemos una intransigencia tan rígida, siendo el Papa a la vez obispo de Roma y jefe de Estado.Sugerimos que los cinco sacerdotes nicaragüenses cambien sus cargos de ministros o altos funcionarios por los de confesores de los ministros y funcionarios. De este modo podrían mantener su influjo político con un mayor tinte clerical./ .
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