La patronal pidió al Gobierno la reducción del coeficiente de caja
La disminución del déficit público, la reducción del coeficiente de caja de las entidades financieras, el establecimiento de un límite fiscal individual, la mayor flexibilidad de los contratos laborales, el aumento medio de los salarios dos o tres puntos por debajo de la inflación esperada y la reforma de la Seguridad Social, desmonopolizándola y estableciendo tres niveles (básico, profesional y complementario libre), son algunos de los puntos más significativos que se contemplan en el programa de la CEOE (Una política económica para la recuperación y el empleo), que fue entregado por su presidente, Carlos Ferrer Salat, al presidente de Gobierno, Felipe González, el día anterior al discurso de investidura.Este programa contrasta fuertemente con el defendido por el PSOE durante toda la campaña electoral y con el anunciado por Felipe González en el discurso y debate de investidura, lo que hace pensar que el diálogo fluido que hasta ahora mantienen empresarios y socialistas puede ser realmente un diálogo entre sordos. Ferrer Salat, sin embargo, en la conferencia de Prensa dada ayer, negó la existencia de este diálogo entre sordos, explicando que "los objetivos son los mismos, aunque diferimos en las medidas para conseguirlos. Si el Gobierno no sigue las sugerencias de la CEOE, entonces expresaremos nuestra preocupación".
Política presupuestaria
En los temas de política presupuestaria, la CEOE expone que no debe subir la presión fiscal, aunque admite un incremento recaudatorio global de medio punto sobre el Producto Interior Bruto (PIB) por mejora de la gestión administrativa. En cuanto al déficit, debería situarse al menos un punto por debajo del que se espera para 1982.En la política financiera, la patronal pide el abaratamiento del coste del dinero, para lo que pide la reducción del coeficiente de caja, la reducción de los depósitos obligatorios, la elevación de la remuneración de las cédulas de inversión y la introducción de tipos de interés de mercado en las operaciones de crédito oficial.
Respecto al sistema tributario, se demanda la confluencia de los niveles estatal, autonómico y local de fiscalidad, fijando un límite individual por contribuyente. Según la CEOE, los impuestos sobre el patrimonio y sobre sucesiones "no deben coexistir; técnicamente son figuras alternativas".
La patronal hace mucha incidencia (ver página 51 de este mismo periódico) en el tema de las costes laborales salariales, afirmando que el aumento ponderado de salarios -que debe acordarse en términos de salario/hora, como en la CEE- debería situarse dos o tres puntos por debajo de la inflación esperada.
Por último, en lo relacionado con la Seguridad Social, la patronal distingue tres niveles: el básico, que se extenderá hasta cubrir a la totalidad de la población; el profesional, complementario y obligatorio, que se financiará mediante cotizaciones de empresas y trabajadores, y el complementario libre, exclusivo de la iniciativa privada.
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