La Asamblea Popular china aprueba la nueva Constitución que restablece la Presidencia

China adoptó ayer una nueva Constitución, que rechaza las orientaciones izquierdistas de la revolución cultural, consagradas por las precedentes constituciones, y restablece la Presidencia de la República, abolida por Mao Zedong en los años sesenta.

La nueva Constitución, concluida tras largos y difíciles debates en el seno del régimen posmaoísta, fue aprobada por la Asamblea Nacional Popular (ANP, Parlamento chino) por 3.037 votos a favor y tres abstenciones.Una de las principales innovaciones de este texto, que se compone de un largo preámbulo y 138 artículos, es el restablecimiento de un presidente de la República con amplios poderes, pero que no asumirá la dirección suprema del Ejército. Esta función será confiada a una comisión militar central, cuyo presidente será elegido por la ANP.

El futuro presidente de la República no será elegido por la ANP, sin embargo, hasta el próximo año, por un máximo de dos mandatos, es decir, por un período de diez años consecutivos.

La adopción de esta Constitución sigue a la de los nuevos estatutos del Partido Comunista Chino por el 122 Congreso, celebrado en septiembre, que también hicieron tabla rasa de las escuelas de la revolución cultura¡. La nueva Constitución. se inspira ampliamente en la primera carta constitucional china, adoptada en 1954, menos de cinco años después de la llegada al poder de los Comunistas.

Las dos constituciones siguientes, aprobadas en 1975 y en 1978, respectivamente, han sido juzgadas ahora demasiado marcadas por las orientaciones izquierdistas de la revolución cultural (1966-76), ya que seguían demasiado de cerca las orientaciones del régimen de Deng Xiaoping. De esta forma, el nuevo texto constitucional elimina toda referencia a la revolución cultural y al culto de la personalidad de Mao Zedong.

Otra institución china, la comuna popular, que es una pieza de la colectivización lanzada por Mao a finales de los años cincuenta, pierde su función política para conservar únicamente un papel económico. Esta medida es interpretada por los observadores como la primera etapa de la disolución casi completa de las 54.000 comunas populares que existen hoy en China.

El papel político de las comunas será ahora transferido a las mambleas y a los gobiernos locales elegidos comunalmente, organismos cuya existencia estaba contemplada ya en la Constitución de 1954.

Entre las demás innovaciones del nuevo texto constitucional figura el establecimiento de zonas administrativas especiales, medida destinada a permitir la reunificación de Taiwan con el continente, pero que podría ser utilizada igualmente en caso de recuperación de la colonia británica de Hong Kong.

La nueva Constitución fue adoptada en votación secreta por los 3.040 delegados de la ANP presentes en la sesión celebrada ayer.