Fanfani presenta hoy su nuevo Gobierno cuatripartito al presidente Pertini

Amintore Fanfani, democristiano, presidente del Senado, presentará hoy al jefe del Estado, Sandro Pertini, la lista de los ministros que deberán formar su nuevo Gobierno. Se va a tratar de un cuatripartido formado por democristianos, socialistas, socialdemócratas y liberales.Los republicanos, de cuyo partido es secretario general el ex presidente del Gobierno Giovanni Spadolini, después de cinco horas de reunión de la dirección, han decidido no entrar en el nuevo Gobierno. La negativa republicana al nuevo Gobierno Fanfani no está motivada, sin embargo, por mezquinos rencores. Los republicanos están sólo heridos porque, según ellos, el programa inicial de Fanfani, de gran rigor económico, ha quedado ablandado por las presiones de los socialistas y de los socialdemócratas.

Sin embargo, los republicanos seguramente apoyarán al nuevo Gobierno desde el exterior, examinando la situación caso por caso.

Los que sí se han revelado menos agresivos con el programa económico revisado han sido los sindicatos, que habían anunciado una batalla muy dura contra el primer esquema económico de Fanfani.

Los comunistas, que en la última reunión de su Comité Central adoptaron la línea de la alternativa de izquierdas, se han quedado en la oposición.

Pero ahora el juego en realidad está en manos de los socialistas y de los democristianos. Todos saben que seguramente más tarde o más temprano se celebrarán elecciones anticipadas. Pero mientras De Mita hará todo lo posible para que se retrasen, Bettino Craxi hará lo mismo para que se adelanten.

Pero, por el momento, la nueva secretaría democristiana se ha apuntado el primer triunfo: ha reconquistado después de quince meses de ausencia la presidencia del Gobierno que había mantenido durante 35 años sin perderla jamás. En efecto, la primera jefatura "no democristiana" en la historia moderna de Italia fue la del republicano Giovanni Spadolini.

Los democristianos se sienten orgullosos y felicitan al nuevo secretario. Ahora, el Gobierno de Fanfani, si consiguiera durar, dará tiempo a los nuevos líderes de la Democracia Cristiana para reorganizar el partido. Si cayera pronto, serán inevitables elecciones anticipadas, pero en este caso se harán con la presidencia del Gobierno reconquistada. Y esto, en la dinámica de este país, es sumamente importante en clave de capitalización electoral.

Los socialistas esperan rehacerse con un próximo éxito electoral, que ya dan por descontado. Por eso no ven el momento de nuevas elecciones para saber con qué peso electoral nuevo cuentan. No lo consiguieron en agosto, después de la crisis abierta al primer Gobierno Spadolini; tampoco lo han conseguido en esta segunda crisis. De Mita les ha frenado las dos veces. Pero ellos esperan que la tercera será la vencida.

Mientras tanto, Fanfani está con el quebradero de la formación del nuevo Gobierno. ¿Será esta vez capaz de escapar, por lo menos en parte, a la tradicional repartición de los ministros según la matemática del famoso código Cencelli?