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La Bolsa de Wall Street, impasible ante la baja de los tipos de interés en EE UU

El descenso de los tipos de interés en Estados Unidos durante la presente semana ha reafirmado lo que decía cierto comentarista al apreciar la marcha indecisa de las cotizaciones en Wall Street: "Por sí solos, los tipos de interés no hacen mercado".Jaime Jerez, del Drexel Burnham Lambert, ha añadido que ello es más cierto cuando, como acaba de ocurrir y ocurre, las opiniones discrepan en cuanto a la evolución de aquéllos.

El efecto en las bolsas de valores norteamericanas de la tan esperada baja de la tasa de descuento ha sido, ciertamente, imperceptible. De una parte, porque la reducción ha sido sólo de medio punto y muchos daban por supuesto el recorte de un entero; de otra, porque la larga demora convirtió el hecho en factor descontado.

Los bancos han bajado también sus tipos preferenciales medio punto, desde el 12% al 11, 5%, y la Broker Loan Rate, desde el 11 % al 10%-10,25%.

También bajaba el tipo de los préstamos hipotecarios, mientras los fondos federales rebasaban escasamente en sus intereses interbancarios el 8%.

Pero nada de ello, según ha subrayado Jaime Jerez, "hizo mercado". En los dos primeros días de la semana, el Dow Jones de Wall Street perdía unos treinta puntos. Parecía que este año iba a fallar el aforismo negocial que aconseja comprar en el Día de Acción de Gracias (el pasado jueves, día 25, en Estados Unidos) y vender en Navidad; pero el miércoles la sabiduría popular quedaba en parte reivindicada cuando el citado índice cerraba en los mil puntos, recuperando los 9,01 que había perdido.

Paralelamente, buena parte de la opinión considera cercana otra baja de la base de descuento. Las impresiones se han visto consolidadas por la ambigüedad del presidente de la Reserva Federal sobre los objetivos monetarios para 1983 y el carácter negativo mostrado últimamente por los indicadores económicos, entre ellos el nulo crecimiento del producto nacional bruto, el casi imperceptible aumento de los ingresos personales y un declive del 4,9% en la cartera de nuevos pedidos industriales del mes de octubre.

Los síntomas de recesión, a juicio del experto del Drexel, sugieren la necesidad de abaratar el precio del dinero. Cuando hace algunas semanas el índice de Nueva York rebasaba los 1.070 puntos, algún analista afirmó que el potencial de avance estaba lejos de agotarse. Ahora, con setenta puntos menos, no faltan quienes apuntan hacia un acusado reajuste a la baja. Pero si entonces falló el pronóstico técnico, ahora ¿por qué no?

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