La CEOE aprueba su programa de política económica

El comité ejecutivo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aprobó ayer el programa de política económica oficial de la cúpula patronal, que será ofrecido al próximo Gobierno socialista para que tenga en consideración las propuestas de los empresarios españoles. Este documento, titulado Una política económica para la recuperación y el empleo, será entregado por Carlos Ferrer Salat a Felipe González.Asimismo, el secretario general de la CEOE, José María Cuevas, se pondrá en contacto con el ministro de Hacienda y Economía socialista, Miguel Boyer, para discutir el documento, informa Efe.

El documento fue aprobado ayer en el comité ejecutivo de la patronal, al que asistieron, además de Ferrer y Cuevas, Ignacio Briones, Jiménez Aguilar, Rafael Termes, Diego de Pedroso, Martín Almendros, Pérez de Bricio, José Antonio Segurado, Javier Ferrer, Félix Mansilla, Jimeno Muntadas, José Luis Cerón y De Mingo.

El programa de la CEOE se basa, según declaraciones de Cuevas, en el principio de que la mejor política de empleo es la que da mayor competitividad a las empresas. En la reunión del comité ejecutivo de ayer se hicieron numerosas correcciones sectoriales sobre el documento base anteriormente elaborado por los servicios técnicos de la patronal, dirigidos por José Luis Cerón y por el economista José Folgado.

La historia del programa de la CEOE es ardua y extensa. El primer borrador comenzó a circular en el pasado mes de febrero, para que fuese aprobado en la asamblea general. Sin embargo, las divergencias sobre su contenido hicieron que el programa no pasase del comité ejecutivo. Las elecciones andaluzas y la posterior descomposición de UCD hicieron que la CEOE prefiriese no intervenir directamente en los avatares políticos con un documento necesariamente crítico con la política económica del entonces partido en el Gobierno.

La polémica se reprodujo en el seno de la patronal sobre la oportunidad de sacar o no el programa poco antes de las elecciones generales. Las posiciones favorables a la no interferencia vencieron nuevamente.

Una vez conocido el triunfo del PSOE, en el seno del comité ejecutivo de la CEOE se plantearon tres posturas: la de quienes entendían que era mejor que la opinión pública conociese la postura de los empresarios antes que los socialistas, la posición contraria, y una tercera concretada en los que han creído que el documento no debería ser conocido antes de que Felipe González leyese su discurso de investidura.