La homosexualidad del detective de Isabel II no dañó la imagen de la reina

La doble vida homosexual del detective privado de la reina Isabel II de Inglaterra, Michael Trestrail, no puso en peligro la seguridad de la soberana, concluyó ayer el informe realizado por lord Bridge sobre esta cuestión. Trestrail tuvo que dimitir de su cargo en julio, cuando el escándalo fue destapado.Trestrail, según este informe, tuvo consciencia de su homosexualidad desde su adolescencia, pero la reprimió. "Las ocasiones de su actividad homosexual han sido esporádicas e infrecuentes, separadas por intervalos de meses", concluyó lord Bridge. Hubo, sin embargo, dos excepciones. La primera fue con un español de las islas Canarias, con el que Trestrail se encontró en Hyde Park. El detective visitó posteriormente Canarias en un viaje privado, y el español regresó en alguna ocasión a Londres.

La segunda excepción, más dolorosa para Trestrail, fue la de Michael Rauch, un prostituto que el detective conoció en la zona de Piccadilly y con el que mantuvo una relación más asidua. Dos o tres años atrás, Rauch intentó chantajear a Trestrail, exigiéndole 2.000 libras a cambio de no vender su historia a una publicación alemana.

Trestrail no acudió a la policía por miedo a ver su carrera arruinada y Rauch abandonó sus intentos, hasta julio pasado, cuando acudió al diario The Sun, que inmediatamente se puso en contacto con Scotland Yard.

Lord Bridge rechazó toda relación entre este caso y el de Michael Fagan, el intruso en el dormitorio de la reina. Trestrail había entrado a trabajar para el grupo de protección de la realeza británica en 1966. Poco después fue nombrado guardaespaldas del duque de Edinburgo, pasando en 1973 al servicio directo de la reina.

Lord Bridge aseguró que "los procedimientos de selección no hubieran podido descubrir las actividades homosexuales de Trestrail".