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GALICIA

Los votos de la izquierda sostienen al alcalde de La Coruña

Socialistas y comunistas decidieron ayer con sus votos la permanencia en el cargo del actual alcalde de La Coruña, Joaquín López Menéndez, recientemente expulsado de UCD junto a otros tres concejales centristas que habían suscrito un comunicado conjunto anunciando su intención de desvincularse del partido una vez que concluyese el período de mandato municipal.El cese en la alcaldía, que UCD pretendía como consecuencia natural de la baja de López Menéndez y sus compañeros como militantes del partido, fue rechazado en un pleno extraordinario por el PSOE, el Partido Comunista de Galicia, Coalición Democrática y los propios afectados, con la única oposición de los cuatro concejales que permanecen bajo la disciplina centrista y los tres representantes nacionalistas del Partido Socialista Gallego.

La inesperada decisión de los concejales de izquierda, que habían adelantado su propósito de presentar al portavoz socialista, Fernando González Laxe, como candidato a sustituir a López Menéndez, fue adoptada a última hora ante la posibilidad de que la abstención de los nacionalistas y los cuatro miembros oficiales de UCD impidiese el acceso del PSOE a la alcaldía coruñesa. En este último caso, otro concejal de Unión de Centro Democrático, Enrique Fernández Mosquera, pasaría a ocupar automáticamente el cargo como representante de la lista más votada en las elecciones municipales.

Los portavoces del PSOE y PCG justificaron también su voto ante el pleno en la necesidad de garantizar la gobernabilidad del ayuntamiento, sostenida en precario por el pacto de gestión municipal que en 1980 permitió la sustitución del primer alcalde nacionalista de La Coruña, Domingo Merino, por el centrista Joaquín López Menéndez.

Merino, uno de los concejales del Partido Socialista Gallego que ayer votó a favor del cese de su sucesor en la alcaldía, había llegado al cargo como consecuencia de los llamados pactos del hostal que izquierda y nacionalistas firmaron, en el ámbito de Galicia, tras las elecciones de 1979. Duramente cuestionada desde un principio por varios sectores ciudadanos, la gestión de Merino concluyó con el establecimiento de una nueva mayoría municipal propiciada fundamentalmente por PSOE y UCD, a la que también se unirían los concejales del Partido Comunista de Galicia y Coalición Democrática. Los nuevos pactos, circunscritos al ayuntamiento de La Coruña, preveían no sólo un relevo en la alcaldía a favor de López Menéndez, sino también el establecimiento de un plan de gestión municipal elaborado por los cuatro partidos firmantes, y el reparto de las principales tareas de gobierno.

Posteriores enfrentamientos internos nacidos durante la gestación de este último pacto dividieron de hecho al grupo municipal de UCD en dos fracciones aparentemente irreconciliables, dirigidas en un caso por el alcalde, y en el otro, por el principal responsable del partido en Galicia, Enrique Marfany.

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