Garaikoetxea reitera la voluntad de colaboración de su Gabinete con el Gobierno socialista

La voluntad de colaboración del Gobierno vasco con el futuro Gobierno socialista fue el mensaje central del discurso del lendakari Carlos Garaikoetxea, con cuya intervención se reanudó el período de sesiones parlamentarias que había permanecido paralizado durante toda la campaña electoral. El hecho de que el lendakari se detuviera a dar cuenta de las gestiones de su Gabinete, desde su configuración, realizando un repaso al programa de gobierno en un tono marcadamente electoral, fue criticado por la oposición por su carácter poco novedoso.

Mientras la derecha se mostraba cautelosa en sus observaciones, la oposición de izquierda parlamentaria criticó al Iendakari su afán de demostrar que, a pesar de la victoria socialista en las elecciones generales, en Euskadi no ha cambiado nada. Todos los grupos recogieron la voluntad de colaboración expresada por Garaikoetxea para pedirle una política de concertación también en la comunidad autónoma vasca.Comenzó su discurso el presidente del Gobierno vasco brindando su apoyo al futuro Gobierno a la vez que señalaba, al referirse al resultado de las elecciones generales, que "todos debemos felicitarnos por esta nueva muestra de consolidación del sistema democrático". No obstante, y como si se tratara de demostrar que la voluntad de cambio propugnada por el PSOE no se ha centrado en las fronteras vascas, Carlos Garaikoetxea no perdió el tiempo al referirse en segundo lugar a que "los electores acaban de pensar en las Cortes Generales, en el palacio de la Moncloa. En primavera elegiremos a nuestros munícipes y diputados, y en 1984, este pueblo elegirá igualmente hombres y mujeres para gobernar en Euskadi".

La pacificación del país fue un capítulo en el que se detuvo Carlos GaraikoeIxea para recordar, dirigiéndose al banquillo socialista, la disposición de su Gabinete a asumir todas las competencias policiales necesarias para llevar a cabo la lucha antiterrorista, "desmintiendo una vez más esa falsa y tópica acusación que se nos lanza cuando se afirma que amamos la estrategia de la tensión permanente por el Gobierno del Estado".

En este sentido, poco antes de finalizar su discurso, el presidente del Gobierno vasco realizó un llamamiento público a ETA -a la vez que se mostraba partidario de todas las medidas de reinserción social necesarias para aquellos que abandonan las actividades terroristas- para que cese en sus actividades violentas.

La lucha contra el paro, la continuación del desarrollo estatutario, la potenciación del eusquera y la articulación interna del país fueron los principales problemas enumerados en su discurso. En el extenso apartado dedicado a la política económica, Carlos Garaikoetxea no pudo evitar la tentación de pasarle al PSOE la patata caliente de la consulta popular sobre Lemóniz que propugnaba el PNV, apoyado por EE, y que fue rechazado por el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo. Después de que el presidente del Gobierno vasco lanzara su mensaje de cooperación, todos los grupos parlamentarios de la oposición aprovecharon la oportunidad para recordarle la conveniencia de que también en Euskadi se debe aplicar una política de concertación.

Coincidieron todos en partir de la base de que en España algo ha cambiado desde el pasado 28 de octubre. Ese era el principal reproche que le formulaban al lendakari, ya que captaron que su mensaje iba especialmente encaminado a demostrar que todo sigue igual en la comunidad autónoma vasca.

Tanto AP como CDS se mostraron muy cautelosos en sus observaciones. El representante aliancista, Florencio Aróstegui, que declaró a EL PAÍS que en el discurso de Garaikoetxea "se adivinaba un tono mucho menos hegemónico que antes del 28 de octubre", señaló que el Gobierno vasco, en su parcela de poder, "lo está haciendo sustancialmente bien". También el portavoz de CDS se refirió al lendakari para decir que no hay nada que objetar, porque su discurso indica una actitud de enfrentamiento con los principales problemas de la nación".

Mucho menos tolerantes se mostraron en sus intervenciones las fuerzas de la izquierda parlamentaria. El portavoz de EE, que destacó el tono "excesivamente triunfalista" del lendakari en sus referencias económicas a la situación de Euskadi, criticó muy duramente la falta de planificación del Gobierno vasco. La "ausencia de novedades" en la declaración programática fue la principal crítica que formuló el nuevo portavoz socialista, Juan Manuel Eguiagaray. Después de señalar que Garaikoetxea había realizado dos "grandes afirmaciones" -la esperanza que los electores habían puesto en la democracia y la voluntad de colaborar con el Estado-, el portavoz socialista criticó el "carácter genérico y poco novedoso" del discurso del presidente del Gobiemo vasco.