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El nuevo dirigente soviético reactiva el proceso de distensión con Occidente

La expectación despertada por el rápido nombramiento de Yuri Andropov como nuevo secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) no se ha visto defraudada. La intensa actividad diplomática desarrollada por el nuevo dirigente soviético con motivo de los funerales de Leónidas Breznev parece confirmar las previsiones de que la Unión Soviética se dispone a lanzar una ofensiva diplomática en varios frentes, principalmente en el diálogo con la República Popular China, el conflicto de Afganistán y las relaciones Este-Oeste.

Si las entrevista que mantuvo Yuri Andropov con el vicepresidente de Estado, Unidos George Bush, el secretario de Estado, George Shultz; el presidente de la República Federal de Alemania, Carl Carstens, y, su ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, llamaron la atención de los observadores, no pasó inadvertida la ronda de entrevistas con los dirigentes de los países más próximos al conflicto de Afganistán.Indira Gandhi, primera mínistra de India; Babrak Karmal, presidente de Afganistán, y Zia ul Haq, presidente de Pakistán, fueron recibidos por Andropov. El nuevo líder soviético pasa por haberse opuesto, cuando era jefe del KGB (Comité de Seguridad del Estado), a la intervención militar soviética en Afganistán. Recientemente, el semanario norteamericano Time publicó una entrevista con un desertor del servicio de espionaje soviético, en la que éste afirmaba que Andropov advirtió a Breznev que una intervención militar supondría una "guerra que no podremos ganar ni podremos abandonar". El diálogo con la República Popular China puede orientarse, entre otros temas, hacia la mutua reducción de tropas en sus fronteras. Así lo ha declarado en Japón Víctor Afanasiev, director del diario Pravda y miembro del Comite Central del PCUS.

En la entrevista , Afanasiev añadió que la mejora en las relaciones chino-soviéticas se traducirá en un incremento en las relaciones económicas, culturales y deportivas. Sobre Afaganistán, Afanasiev señaló que, en su opinión, la solución del problema no es de orden militar.

Las relaciones Este-Oeste, en las que el tema polaco ha jugado un destacado papel, pueden desdramatizarse si Moscú y Washington consiguen alcanzar un clima de diálogo en el que sea posible un compromiso.

Páginas 2 y 3

Editorial en la Página 10

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