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Lech Walesa regresó anoche a su domicilio familiar en Gdansk

El líder del sindicato independiente polaco Solidaridad, Lech Walesa, regresó anoche a su domicilio familiar en Gdansk. Unas quinientas personas se encontraban ante el edificio donde vive la familia en el momento de su llegada. Cuando apareció en una de las ventanas de su casa, la muchedumbre comenzó a gritar su nombre levantando Ros brazos y haciendo el signo de la uve de victoria.

Walesa llegó, en compañía del sacerdote Henryk Jankowski, capellán de los astilleros de Gdansk y amigo de la familia del dirigente sindical polaco, a bordo de un automóvil escoltado por otros dos vehículos. Un servicio de orden montado por miembros de Solidaridad le ayudó a franquear la puerta de su casa ante la multitud que le esperaba gritando: "No habrá libertad sin Solidaridad".Desde la ventana de su casa, y utilizando un megáfono, dirigió algunas palabras a la multitud rogando que le disculpasen por no poder hablar durante mucho tiempo, ya que, según señaló, ha perdido la costumbre" de hacerlo y debía "reflexionar".

"Tenemos que actuar con gran prudencia. Necesito algunas horas para reflexionar y después volveré a hablaros", agregó Walesa. "Sabed que no os he traicionado", prosiguió, agregando: "Venceremos, porque debemos vencer".

Mientras la multitud gritaba "Lech, Lech" y "Solidaridad, Solidaridad", el dirigente sindical volvió a pedir a la gente que le dejase tiempo para "observar la situación" y después les rogó que se fuesen a sus casas. "Dejadme descansar", concluyó.

Walesa abandonó el sábado por la mañana el centro de internamiento de Arlamow, donde había permanecido durante once meses, y desde entonces hasta anoche nadie sabe dónde ha estado.

El dispositivo de seguridad montado por la policía polaca a unos centenares de metros de la casa había sido reforzado, pero las fuerzas de seguridad no efectuaron ningún control sobre la identidad de las personas. El acceso al monumento erigido en memoria de las víctimas del movimiento huelguístico de 1970 en Gdansk, sin embargo, estaba prohibido.

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Entre tanto, se han tenido mayores precisiones sobre la entrevista -por ahora no emitida- que la televisión polaca realizó a Walesa antes de que fuese liberado, en la mañana del sábado, de su centro de internamiento de Arlamow, situado en el sureste de Polonia, cerca de la frontera con la Unión Soviética. En ella, Walesa se mostraba partidario de "un acuerdo correcto y equitativo" con el Gobierno, que no resulte "humillante". El dirigente sindical precisa que "todo el mundo habla de acuerdos, tanto el Gobierno polaco como yo mismo, pero hay algo que no funciona, porque no somos capaces de entendernos. Hablamos de la misma cosa, pero no de la misma forma".

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