EL PSOE anuncia a la CEOE que no habrá mayor control de precios y que mantendrá el poder adquisitivo de los salarios

Los ministerios de Economía y Hacienda se fundirán en un solo departamento en el próximo Gobierno, del que muy previsiblemente será titular el economista Miguel Boyer. La fusión fue anunciada por Felipe González y Alfonso Guerra al presidente y secretario general de la CEOE, Carlos Ferrer y José María Cuevas, en el transcurso de la cena celebrada en la noche del pasado miércoles. La previsión de que el superministro económico será Miguel Boyer viene avalada por su presencia en el primer contacto oficial sobre política económica entre la cúpula patronal y los máximos dirigentes del PSOE. Según la CEOE, los socialistas explicaron que no habrá mayor control de precios, que se mantendrá el poder adquisitivo de los salarios, que no crecerá el déficit público y que intentarán reducir la inflación al 8%.

La reunión duró cinco horas y se caracterizó, según algunos de los presentes, por la apertura de un diálogo entre los representantes del próximo Gobierno y los portavoces de los empresarios españoles, "que será constante en la próxima legislatura a nivel de Presidencia y de los distintos ministerios económicos", según Carlos Ferrer Salat, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El mismo Ferrer reconoció que "las conversaciones que se han iniciado con el PSOE son mucho más positivas y más serias de las que se mantuvieron con UCD. Hay que recordar que para que nos recibiese el presidente Suárez tuvimos que llenar los palacios de deportes de empresarios, y aún así tardó tres meses en entrevistarse con la CEOE".Ferrer Salat y Cuevas, que explicaron durante tres horas, a más de cien empresarios, su larga conversación con los futuros presidente y vicepresidente de Gobierno, declararon que "no habrá por parte de los empresarios ningún tipo de oposición política al PSOE". En el transcurso de la asamblea celebrada ayer en la sede de la patronal, Ferrer explicó a los presentes la tesis ya discutida en la anterior junta directiva de la patronal: no existen más que tres posturas frente al resultado de las elecciones; la de oposición frontal, la de entreguismo total; y la de "crítica constructiva" al futuro Gobierno, habiendo optado por esta última.

Política de concertación

Lo más significativo de la entrevista entre socialistas y empresarios, siempre según fuentes de los últimos, fue el interés de ambas partes de seguir una política de concertación en los temas de interés bilateral. Así, por ejemplo, se buscarán políticas de pacto en cuanto a la negociación colectiva del año próximo y en el campo de la sindicalización de la empresa. Según Ferrer, los socialistas estudian con atención las fórmulas aplicadas en los países de Europa occidental, potenciarán la presencia de los sindicatos y también de las patronales, y cualquier variación que formalicen será concertada en su desarrollo con los agentes sociales. "El PSOE asumirá a nivel de Gobierno lo que pacten sindicatos y patronal, del mismo modo que se hizo cuando se discutió el Estatuto de los Trabajadores", dijo el presidente de la CEOE.Respecto a las prioridades que el nuevo Gobierno aplicará en materia económica en los cien primeros días de su mandato, los empresarios aseguraron que únicamente se conocerán con detalle en el discurso de investidura y en el posterior debate en el Congreso, lo que indica que los socialistas no fueron muy explícitos en la reunión. Sin embargo, avanzaron que los controles de precios no van a ser superiores a los actuales, que defenderán el poder adquisitivo de los trabajadores, que tenderán a una moderación de la inflación desde el primer momento de forma que al final de la legislatura ésta se sitúe alrededor del 8%, y que no incrementarán el déficit público a niveles muy superiores a los actuales.

Los dirigentes de la CEOE expresaron sus dudas de que con las medidas del programa económico socialista aumente la competitividad de las empresas y anunciaron que, al margen de sus relaciones con las fuerzas políticas, proseguirán los contactos con CC OO, UGT y USO para llegar a un marco general de negociación en 1983. Respecto a la posibilidad de un plan de estabilización inmediato, Ferrer y Cuevas declararon que la palabra "estabilización" no se había pronunciado en ningún momento en su entrevista con Felipe González, Guerra y Boyer y que intenciones como la de mantener la capacidad adquisitiva de los salarios no van precisamente en una línea cercana a la estabilización.