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Seis guardias rojos, condenados por la muerte de 17.000 personas

Seis ex responsables de la provincia de Yunan, en el sur de China, han sido condenados a doce y hasta dieciocho años de cárcel a principios de año al ser considerados responsables de la muerte de 17.000 personas y de la "persecución" de más de un millón de ciudadanos durante la revolución cultural (1966-1976), según se supo ayer en Pekín en base a informaciones comunicadas por la radio de aquella región.

Una etapa de la historia de China concluye, por otra parte, con el anuncio, el sábado, de la comparecencia ante un tribunal de la capital china de los cinco principales jefes de los Guardias Rojos, que hicieron temblar a numerosos dirigentes chinos durante la década de la revolución cultural.Nada, sin embargo, permitía prever la envergadura de aquel movimiento cuando, el 25 de mayo de 1966, una mujer de unos treinta años, Nie Yuanzi, profesora del departamento de filosofía de la Universidad de Beida, colocó un dazibao (cartel pegado en la pared) en el que lanzaba un llamamiento a la rebelión estudiantil.

La efervescencia casi anárquica que reina entonces en la Universidad de Beida adquiere mayores proporciones cuando el propio presidente Mao da la luz verde al movimiento, en un claro intento de retomar el control del aparato del partido que había empezado a perder. Mao alcanzará su objetivo aun a costa de haber prácticamente, desencadenado una guerra civil que costará la vida a cientos de miles de personas detenidas en campamentos, desterradas, perseguidas o asesinadas.

En aquel verano de 1966, más de un millón de guardias rojos desfilan, el 18 de agosto, en plena euforia y con el célebre Libro Rojo en la mano, ante un Mao Zedong visiblemente satisfecho, de pie sobre la puerta de Tian Anmen, en Pekín. Entre los manifestantes se distingue un pequeño grupo de estudiantes de la Universidad de Ginghua, encabezado por Kuai Dafu, que pasará a la historia como el más célebre guardia rojo, que en un arrebato aparentemente espontáneo coloca en el brazo del Gran timonel el brazalete de moda, convirtiéndole así en el primer guardia rojo de China.

Es la época en que se desarrollan a diario escenas de violencia en las calles de China, qtie se prolongarán durante casi dos años, hasta que el propio Mao condene a los guardias rojos y les pida, el 28 de julio de 1968, que se autodisuelvan. La víspera, Kuai Dafu había ordenado a sus seguidores que disparasen sobre los equipos obreros de propagación del pensamiento de Mao Zedong encargados de restablecer el orden, dando muerte a 13 milicianos.

En 1978, poco después de su detención, Kuai fue acusado de haber provocado la muerte de otros 70 obreros durante uno de los numerosos incidentes sangrientos de la revolución cultural, y a Nie, detenida junto con Kuai y otros tres jefes de los Guardias Rojos, se la reprocha haber "martirizado" a numerosos profesores de su universidad. Ninguna acusación precisa ha sido, sin embargo, formulada contra Tan Houlan, jefe de los rebeldes de la Escuela Normal Superior de Pekín, ni contra Wang Dabin, líder de los rebeldes del Instituto de Geología de Pekín, y Han Aijing, responsable del Instituto de Aeronáutica de la capital.

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