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ASTURIAS

Las expulsiones, de indocumentados enfrentan al Ayuntamiento de Gijon y al cónsul portugués

El cónsul de Portugal en Gijón, Alberto Menéndez, y el presidente de la Comisión de Bienestar Social del Ayuntamiento gijonés, Luis Aurelio Sánchez, del PSOE, han protagonizado un serio enfrentamiento, con graves acusaciones mutuas, sobre el proceso de expulsión de los portugueses indocumentados, en el curso de un coloquio celebrado en Gijón. Mientras tanto, la policía investiga, sin prisas, los expedientes individuales remitidos por el Ayuntamiento.

Fuentes próximas al Gobierno Civil de Oviedo afirman que la expulsión escalonada comenzará el próximo mes de enero, si bien entonces habrá ya un nuevo Gobierno en el Estado, que podría cambiar los planes. De la primera relación de ochenta portugueses, presentada por el Ayuntamiento de Gijón, veinte tienen la documentación en regla, según ha trascendido. Paralelamente, la corporación municipal acordó destinar un millón de pesetas para sufragar el traslado de los expulsados a Portugal.Alberto Menéndez acusó al Ayuntamiento gijonés de despreciar a los portugueses, ignorando su contribución a la mejora de la economía asturiana cuando esta región estaba necesitada de mano de obra. El cónsul agregó que Portugal no se había comprometido jamás a resolver el problema de los portugueses que residen en chabolas en Gijón, y denunció el proyecto inicial de las autoridades municipales de expulsar masivamente a quinientas personas, proyecto que, según su versión, fue posteriormente modificado como consecuencia de la falta de competencias del Ayuntamiento en esta materia.

Por su parte, Luis Aurelio Sánchez afirmó que el Gobierno portugués se desentiende de las condiciones de vida, realmente deplorables, de sus súbditos en Gijón, y criticó la campaña; que calificó de sensacionalista, desatada por la Prensa derechista en Portugal, deformando ante la opinión pública una política del Ayuntamiento gijonés con la que trata de incorporar a la sociedad asturiana a los portugueses recuperables y de expulsar, cómo ocurre en cualquier país europeo, a aquellos extranjeros que carecen de documentación, trabajo y deseos de integrarse en la comunidad gijonesa.

Denuncia del municipio

El Ayuntamiento de Gijón, de mayoría de izquierda y con alcalde socialista, ya había denunciado anteriormente, en un comunicado oficial, la falta de colaboración de las autoridades de Portugal en el proceso de integración de los portugueses que residen en condiciones infrahumanas en su municipio.La corporación municipal gijonesa puso en marcha en 1979 un plan de erradicación del chabolismo en todo el concejo, que viene desarrollando en varias fases. En primer lugar realizó un censo de 54 familias portuguesas, en total algo más de quinientas personas, residentes en chabolas, y, posteriormente, estudió la situación de cada familia para poner en marcha un plan de promoción que excluye a ochenta personas indocumentadas e irrecuperables para la convivencia normal y cuyas ocupaciones son la mendicidad y la delincuencia, según apreciación de las autoridades de Gijón.

El Ayuntamiento solicitó, sin éxito, según la misma fuente, el apoyo del Gobierno portugués a este plan de promoción. Los portugueses reciben en Gijón asistencia médico-farmacéutica, tienen una guardería infantil y una escuela-puente, atendida por el Ministerio de Educación y el Ayuntamiento, en la que presta una valiosa colaboración una asistente social procedente de Portugal.

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Por otra parte, el Ayuntamiento de Gijón ha decidido adecentar un poblado de viviendas prefabricadas para trasladar a ellas desde sus actuales poblados a los súbditos portugueses que en su estimación considera recuperables.

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