Los emigrantes y san Juan de la Cruz, temas del Papa en Extremadura y Castilla

Próximo va el ecuador de su viaje, Juan Pablo II recorrió ayer Extremadura y Castilla durante la quinta jornada de su visita a España, con tres celebraciones lltúrgicas multitudinarias en el santuario de Guadalupe (Cáceres), en un polígono industrial de Toledo y junto al acueducto romano de Segovia. Precisamente ayer. stividad e san Carlos Borromeo, Karol WOJtvla celebraba su onomástica. Una mujer polaca le leyó, nada más aterrizar el helicóptero del Papa en tierra extremeña, una felicitación en la lengua materna del pontífice.Cada acto tenía un sentido particular. Así, en Extremadura el Papa analizó el fenómeno de la emigración, y reclamó para los trabajadores obligados a abandonar sus lugares de origen el mismo trato que para los nativos. El Papa hizo también referencia a los presos, que han manifestado su esperanza de que se produzca algún tipo de medida de gracia durante su visita, Y dijo que los tiene presentes en sus oraciones.

El mensaje de Juan Pablo II en Toledo incidió en los movimientos seglares. El Papa destacó la responsabilidad apostólica de todos los cristianos y preconizó una acción de los católicos capaz de contribuir a la formación de una sociedad más digna y respetuosa de los derechos humanos, asentada en los principios de justicia y paz, para lo cual no consideró necesario seguir "una fórmula política unívoca o partidista". Respecto a la accíón de los creyentes en el terreno de la cultura dijo que en sus tareas de intelectuales y científicos, educadores y artistas "están llamados a crear de nuevo, desde la inmensa riqueza cultural de los pueblos de España, una auténtica cultura de la verdad y del bien, de la belleza y del progreso, que pueda contribuir al diálogo fecundo entre ciencia y fe".

La celebración de la palabra en Segovia consistió en un homenaje a san Juan de la Cruz, místico español al que Wojtyla dedicó su tesis doctoral en 1948.

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