_
_
_
_
Visita de Juan Pablo II a España

Los presos esperan alguna medida de gracia por intercesión del Papa

Interpretando sin duda que las referencias evangélicas a la liberación de los cautivos v la bienaventuranza sobre los que se muestran misericordiosos con los encarcelados admiten una interpretación literal, cerca de cuatro mil presos mantienen una huelga de hambre en treinta centros penitenciarios españoles para mostrar su esperanza en algún tipo de medida de gracia, que coincida con la visita del Papa. A este motivo de movilización se une la reivindicación de reformas que fueron prometidas por la Administración hace meses nunca cumplidas, y el desconcierto de los internos ante el hecho de que los indultos concedidos a antiguos militantes de organizaciones terroristas después de haber proclamado su intención de no reincidir no les afecten.En 1981 se concedieron unos cuatrocientos indultos personales, según fuentes del Ministerio de Justicia, y este año el número será más elevado por la cantidad de so licitudes formuladas con ocasión de la visita de Juan Pablo II.

Más información
El español Martínez Somalo, número tres de la jerarquía vaticana

Los presos, sus familiares y los abogados que actúan como portavoces de los reclusos consideran esta actitud totalmente insuficiente. Familiares de presos exhibieron ante el Papa, durante el acto celebrado el martes en el madrileño cementerio de la Almudena, un cartel solicitando el indulto. La policía obligó a retirar otras dos pancartas en la misa de la barriada obrera de Orcasitas, sin que se conozca a instancia de quién actuó.

"Los textos", dicen los familiares que las llevaban, "ni siquiera roza ban el tema legal de indultos o amnistías. Quisimos respetar el sentido del acto y pedíamos perdón".

Familiares de presos de Basauri (Vizcaya) han dirigido al Papa una carta en la que destacan las penosas condiciones de los internos. "Mientras se dilapidan miles de millones en armas y gastos suntuarios, se escatirna el dinero necesario para transformar las cárceles en centros de rehabilitación", afirma el escrito, que se refiere luego al elevado índice de suicidios y al abandono moral entre los reclusos. La carta denuncia el incumplimiento de las promesas de reforma del Código Penal, elaborado hace más de un siglo, "que discrimina negativamente a los dehncuentes acusados de delitos contra la propiedad privada, frente a otros socialmente más peligrosos, como los delitos contra la salud pública". Los firmantes "ruegan a Su Santidad que interceda ante las autoridades españolas en procura de medidas de gracia que alivien la situación de nuestros familiares".

Otro grupo de reclusas de la prisión de Yeserías (Madrid) remitió ayer un telegrama a los medios informativos en el que ponen de relieve su situación de detenidas preventivas desde hace más de seis meses y "ruegan a Su Santidad una gracia especial para que interceda ( ... ) en petición de libertad provisional hasta el juicio".

Otro deseo de los presos españoles es que representantes autorizados del PSOE, responsable del futuro Gobiertno, se entrevisten con los comités de huelga para exponerles su política penitenciaria sobre las cuestiones que consideran pendientes. Se trata, según un portavoz del Grupo de Abogados Jóvenes de Madrid, que ha actuado de intermediario ante las autoridades, de la reforma del Código Penal en el sentido de reducir las penas consecutivas a determinados delitos, sobre los que ha evolucionado la conciencia social; reforma urgente de la Ley de Enjuiciamiento Crminal, para matizar los criterios sobre prisión preventiva y ampliar las posibilidades de libertad condicionada, y establecer un plazo obligatorio de juicio o líbertad provisional, como ocurre en otros países, y eliminación de malos tratos en las prisiones. La mayoría de estas reformas, que redundarían en beneficio de toda la sociedad al reducir el carácter de auténtica universidad del delincuente menor que hoy tienen las prisiones, en opinión de muchos abogados, habían sido prometidas para poner término a la anterior huelga de hambfe, pero las vacaciones primero y la disolución de las cámaras legislativas después facifitaron su incumplimiento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_