La derrota del PCE

Acudo a usted, dada la independencia de su diario, por si considerara adecuado incluir en sus páginas esta pequeña reflexión sobre los resultados obtenidos por el PCE en las elecciones del 28-O. Una y otra vez, hasta la saciedad, los dirigentes del PCE han estado justificando su abrumadora derrota en las recientes elecciones. Qué duda cabe que su electorado, incluidos militantes, ha sumado sus votos a los del partido ganador, pero de ahí a pretender que el motivo ha sido la utilidad del sufragio existe un abismo. Si así fuera, ello representaría una gran irresponsabilidad por parte de aquellos que abandonan su partido, condenándolo casi a la extraparlamentariedad, cuando son más necesarios para mantener una imagen de unidad. Para los que vemos la corrida desde el tendido resulta más clara la división de opiniones. Ha habido parte de desbandada responsable y parte de penalización razonada de la base a la ejecutiva. Los porcentajes correspondientes debería establecerlos esta última, tras un análisis detenido de. su línea política en estos. dos años..

No pretendo criticar el modo con que cada cual cree saber llevar su casa; sólo pretendo rendir homenaje a todos los que, sin ser electores habituales del partido comunista, han reflexionado su voto y llegado a la conclusión de la necesidad de presencia en nuestro Parlamento de una de las fuerzas políticas que ayudaron a nuestro pueblo a mantener el ideal democrático durante la dictadura. Me consta, y para ello basta oír los comentarios de la calle, que el número de esos españoles fue lo suficientemente grande como para haber evitado un desastre irreparable. En honor a ellos, y a los fieles .pese a las circunstancias adversas, me atrevo a pedir al señor Carrillo y a sus colaboradores que cuando se sienten a reflexionar lo hagan valientemente, sin intentar eludir responsabilidades. Es mejor líder el que sabe resonar con sus masas que el que hace a sus masas resonar con sus ideas. /

profesor agregado de la Universidad de Alcalá de Henares.