_
_
_
_
Primera prueba electoral para la Administración Reagan / 2

Los hispanos son la segunda minoría de Estados Unidos

Los estadounidenses de origen hispano son la segunda minoría étnica en Estados Unidos, con más de quince millones de personas. Pronto pueden convertirse en la primera, superando a los negros. Sin embargo, su influencia política no es proporcional a su número. Varios candidatos hispanos al Congreso han explican a EL PAIS las particularidades del voto hispano en EE UU para el próximo 2 de noviembre.

Al este de Los Angeles, la ciudad cambia su fisonomía. El barrio, como dicen los hispanos de origen mexicano, tiene nombres españoles. Comen enchiladas, tortillas de maíz y fríjoles. Beben tequila o tecate, cerveza mexicana, a la que mezclan sal y limón. Las bodas, bautizos o entierros son en español. "Esto es casi como México", dice Pedro, el cura de la iglesia de Nuestra Señora de Talpa.Los denominados mexican-american o chicanos son bilingües o, en muchos casos, unilingües. Pueden vivir aquí hablando sólo español. Otros guardan sus raíces mexicanas, aunque, nacidos ya en EE UU, hayan perdido el uso del idioma español. El alto índice de natalidad y la inmigración clandestina, debido a la permeabilidad y cercanía con la frontera mexicana, contribuyen al rápido incremento de la población hispana en los Estados de California, Texas, Arizoná, Nuevo México y Colorado.

Políticamente, el factor hispano cuenta para los candidatos al Congreso, Senado o gobernador. En algunos casos, puede ser decisivo para la victoria. Representan, sólo, en California, el 20% de los votos.

"Si Jerry Brown gana, será porque el voto de los hispanos ha sido clave", explica Matthew Marty Martínez, comentando la batalla para el escaño en el Senado, entre el republicano Wilson y el demócrata Brown.

"Tradicionalmente", añade Martínez, "el voto hispano es demócrata". La costumbre debería continuar en el presente voto, toda vez que la crisis económica bajo la Administración republicana del presidente Ronald Reagan afecta en particular a la minoría hispana.

El desempleo entre la minoría hispana es del 14,6%, contra el 10,1% de promedio a nivel nacional.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Marty Martínez es hoy uno de los dos aspirantes hispano-californianos al Congreso federal, en Washington. Dos entre los 43 escaños que tiene asignados el Estado de California.

"Hace diez años sólo había un congresista hispano en el Capitolio", puntualiza Martínez. "Hoy son seis". Esperan alcanzar ocho tras la elección del próximo martes, destinada a renovar la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, trece gobernadores y la mayoría de administradores locales; pero los hispanos no tendrán todavía ningún senador ni ningún gobernador.

"Yo no soy sólo un candidato hispano", expone Martínez. "Soy un candidato americano". En su distrito 30, al este de Los Angeles, el 53% de la población es hispana. Martínez se enfrenta al republicano-conservador John Rousselot, también sensible al elector hispano. "¡Viva México!", lanzó Rousselot, de origen francés, durante la fiesta de la independencia de México, celebrada con toda la pompa en el este de Los Angeles.

"Hay que luchar para crear nuevos puestos de trabajo, porque el desempleo entre la juventud contribuye a la violencia", concluye Martínez, ex sindicalista y ahogado, con corbata y traje, tras un mitin en la sede del sindicato de electricistas.

Desunidos, con visiones diferentes del tema, los líderes hispanos no han logrado reemplazar la figura mítica de César Chávez, fatigado luchador por los derechos del subproletariado que forman, en general, los trabajadores hispanos en EE UU.

El sueño americano

En el valle de San Gabriel, siempre al este de Los Angeles, los hispanos cuentan con mayor nivel de vida que en otras partes de la inmensa aglomeración de Los Ángeles. Cuentan también con otro candidato hispano, Esteban Torres, a quien todos los sondeos dan una amplia predicción de victoria. Edward Kennedy, el ex vicepresidente Walter Mondale y el senador y ex astronauta John Glenn apoyaron la campaña de Torres, un hombre cuya carrera política ilustra el tan preconizado, por Reagan, american dream (el sueño americano), ilusión de que cualquiera puede triunfar en Estados Unidos. Basta proponérselo.

"Mi padre era minero del cobre en Arizona", explica Torres con un español perfecto. La lucha sindical, los estudios de abogado y el trabajo en la Administración llevaron a Torres hasta el cargo de embajador de EE UU ante la Unesco, antes de ocupar el cargo de director para Asuntos Hispanos en la Casa Blanca, bajo la Administración del presidente Jimmy Carter.

"Reagan no está haciendo nada para los hispanos. No tiene ningún programa", expone Torres, trazando una panorámica global de la situación política y económica de su país. Torres cree que los males de la economía norteamericana radican, en parte, en la ausencia del control político desde la Casa Blanca, del Banco Federal de Estados Unidos.

Piensa que el elemento hispano será cada vez más importante en la vida política norteamericana, "aunque cuesta que los hispanos vayan a votar". Torres, interesado, a su vez, por las elecciones en España, señala que en Estados Unidos las opciones son muy claras, ante la sola opción entre demócratas o republicanos. A pesar de la existencia de otras formaciones políticas superminoritarias y marginales.

Propaganda en castellano

Además de California, el voto hispano tiene particular importancia en Texas, Florida y Nueva York. Las comunidades hispanas de origen cubano y portorriqueño (estos últimos con una situación de Estado asociado a EE UU, pero sin posibilidad de voto 3, de candidatos de Puerto Rico para el Congreso norteainericano) influyen igualmente en las urnas.

En Texas, por ejemplo, candidatos republicanos que en las anteriores elecciones ignoraban el hecho hispano, hoy hacen publicidad electoral en castellano. Los hispanos en EE UU es la única minoría étnica que se resiste a integrarse totalmente a la mayoría, de extraccíón sajona. Cuentan con periódicos y revistas, con emisoras de radio y televisión y, sobre todo, con la proximidad de México y el resto de países latino americano s, que no dejan de seguir con atención la evolución de la importante y creciente comunidad hispana en EE UU.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_