México cumplirá sus acuerdos comerciales con nuestro país
La grave crisis financiera por la que atraviesa México no impedirá el cumplimiento de los más importantes compromisos comerciales adquiridos con España, entre ellos la compra de quince atuneros por un precio global de 157 millones de dólares. El ministro mexicano de Hacienda, Jesús Silva, ha dado esta garantía a u9a misión española presidida por el director general de Exportaciones, Juan Arenas.
La operación de los atuneros supone para México un desembolso inicial de 22,5 millones de dólares, ya que el 85% restante está financiado a diez años. El ministro ha asegurado que esta cantidad será depositada en las condiciones estipuladas por el contrato. Dos de estos atuneros están ya a punto de ser entregados.Como contrapartida, el Gobierno español se compromete a mantener con cierta normalidad el flujo de sus exportaciones hacia México, aun a sabiendas de que es en el momento actual un mercado de alto riesgo y de que en los próximos años no será posible alcanzar el techo de los seiscientos millones de dólares anuales, por efecto del plan de austeridad.
"Es un mercado que nos ha costado mucho abrir", explica Juan Arenas, "y no podemos renunciar a él; entre otras cosas, porque no hay tantos países donde podamos colocar productos de tecnología media. Estamos dispuestos a correr ese riesgo".
En el terreno de las intenciones, México está dispuesto a cumplir escrupulosamente sus compromisos comerciales y pagar los intereses de los créditos financieros, a cambio de una moratoria más prolongada (quizá de un año) en las amortizaciones del principal.
Esto no ha impedido, sin embargo, que, a veces por el desorden administrativo, y otras por la simple carencia de divisas, se hayan registrado incumplimientos en el pago de algunas deudas comerciales. En el caso español, el problema más serio puede plantearse a los editores y a los fabricantes de máquinas herramientas del País Vasco, sector este último que, en su conjunto, exportaba a México el 25% de su producción.
Muchas de estas ventas se han realizado sin la cobertura de un seguro, lo que podría colocar en situación difícil a las empresas exportadoras en caso de impago, ya que se trata en muchos casos de sociedades de pequeñas dimensiones. En conjunto, se calcula que la deuda comercial no asegurada asciende a unos 350 millones de dólares.
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