Lavilla incrementa sus ataques verbales contra Manuel Fraga y Felipe González
Ante 8.000 personas que llenaban a mediodía de ayer el Pabellón de los Deportes de León, Landelino Lavilla afirmó que Felipe González y Fraga carecen de sentido histórico: el primero por fomentar la confrontación entre los socialistas y el resto de los españoles, y el segundo por no haber sido capaz de crear una derecha civilizada y mostrarse comprensivo respecto a las intentonas golpistas.
La noche anterior, en Valladolid, en el curso de una conferencia de Prensa, Lavilla afirmó que "UCD no está sólo pendiente del 28 de octubre", y aseguró que el partido sigue su actividad normal y prepara ya las elecciones municipales y regionales".Landelino Lavilla inició ayer su estancia en León asistiendo, en compañía de su mujer, a una misa en la catedral. Posteriormente se dirigió a pie hasta el Pabellón de Deportes para intervenir en un mitin que, con excepción del celebrado en Las Palmas (15.000 personas) ha constituido el mayor éxito de público de cuantos actos políticos viene realizando desde principio de la campaña.
Cuarenta autobuses habían sido fletados para llenar el local con gente procedente de toda la provincia. Se veía a simple vista la influencia en la movilización del cabecera de lista al Congreso por la provincia, Rodolfo Martín Villa, que junto al también ministro Manuel Núñez y Justino Azcárate, incluidos en la candidatura, intervinieron en el acto.
Martín Villa censuró el "verbalismo autoritario de Fraga" y los "planteamientos socialistas de fachada sin objetivos socialistas y sí autocomplaciencia felipista". Manuel Nuflez, en una intervención muy mitinera, dijo, refiriéndose al PSOE: "Si Pablo Iglesias o Indalecio Prieto levantaran la cabeza expulsarían del partido hasta a Alfonso Guerra". Justino Azcárate condenó muy duramente las intentonas golpistas: "En el Ejército español hay sectores que utilizan mal la palabra militar; ser militar es disciplina, acatamiento de las leyes y de la Constitución y todo lo que no sea ello, es traición".
Entre gritos de "UCD, UCD" y "Landelino, Landeilino", Lavilla hizo una encendida defensa del partido que preside: "Yo respondo", dijo, "de que quienes permanecen en él se mantendrán fieles al proyecto de centro", y apeló una vez más a la responsabilidad de los españoles para que no permitan la operación de destrucción o desaparición del centro.
Centró fundamentalmente sus ataques en Alianza Popular, y afirmó que su líder, Manuel Fraga, ha perdido la oportunidad de hacer una derecha civilizada y, por contra, está creando una derecha dura y autoritaria. Señaló luego que hay que acabar con los mitos como el creer que el orden y los valores del ser español los representa en exclusiva Alianza Popular. "Nada tiene que enseñarnos", subrayó, "en lo que hace a la defensa de lo que es la decencia del ser español y los valores supremos de España y mucho tiene que aprender este partido de lo que es reformar, transformar y modernizar".
Nuevamente salió a relucir el tema de los sondeos electorales. Lavilla afirmó: "El PSOE tiene vocación de ganar en las encuestas y ser perdedor en las urnas, como sucedió en 1977 y 1979. El día 28 de octubre se demostrará que España no es socialista, que los españoles no quieren ser gobernados desde los principios del socialismo. No hay posibilidad mejor para España y el pueblo español que ser gobernado por UCD y sólo desde los planteamientos de UCD se puede afrontar la crisis".
A primera hora de la tarde Landelino Lavilla participó en un acto político celebrado en Zamora y concluyó la jornada en Santander, donde intervino junto a José María Areilza.
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