Reticencias en la Administración y la banca a la próxima salida del Reino de España a los mercados internacionales
La anunciada salida del Reino de España a los mercados internacionales de capitales en busca de doscientos millones de dólares está provocando enormes reticencias en algunos medios oficiales y en la banca privada, tanto nacional como extranjera, desde donde se ha sugerido a la Administración que aplace la operación hasta la formación del nuevo Gobierno el próximo diciembre. La impresión general en los citados medios es que el Reino corre el riesgo de pagar un precio muy elevado por los doscientos millones -fijando así en un nivel muy bajo la solvencia del Estado-, como consecuencia del momento particular en que se encuentra el mercado mundial después de la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Toronto y de la serie de suspensiones de pagos registradas en España.
Fuentes solventes, tanto dentro de la Administración como de la banca, señalan que la decisión de realizar esta operación, pese a la situación objetiva del mercado, es un "error táctico" que puede costar muy caro, ya que su resultado condicionará todas las salidas al mercado que tanto el Reino como las empresas españolas realizarán en el curso del año próximo. No obstante, la decisión adoptada por el Ministerio de Economía y el Banco de España responde a las necesidades objetivas de entradas de divisas, habida cuenta de la pérdida paulatina que está se produciendo en las balanzas exteriores durante los últimos meses.En estos momentos, tanto la Dirección General de Política Financiera del Ministerio de Economía como la del Tesoro, en Hacienda, a través de la subdirección de Financiación Exterior, se encuentran realizando la ronda de consultas iniciales con los bancos para establecer un marco general de las condiciones en que se producirá la salida. La reacción a estas consultas no ha sido muy entusiasta y "aunque siempre hay bancos dispuestos a todo, las cosas no se presentan tan favorables como cuando se cerró la operación de 450 millones a principios de año", según reconocieron las fuentes consultadas.
En este sentido, la impresión que existe es que el Reino podría pagar unos diferenciales sobre el Libor (London Interbank Offered Rate) por encima del medio punto, es decir varios octavos más de lo que se abonó en el eurocrédito de 450 millones e, incluso, algo más del medio punto que pagó el Estado francés en su reciente salida de 4.500 millones de dólares. La salida del Gobierno Mitterrand, pese a lo que pueda indicar ese medio punto de diferencial, se hizo en las condiciones normales del mercado de aquel momento, ya que la operación se realizó después de la reunión de Toronto del FMI, cuando muchos bancos ya habían adoptado políticas de cautela frente a los riesgos soberanos y, por lo tanto, habían reducido el volumen de su actividad y encarecido los márgenes de sus créditos.
Según las fuentes oficiales consultadas, el objetivo del Gobierno es igualar las condiciones del crédito jumbo francés y alejar, de esta manera, la sensación que existe en el mercado internacional de capitales sobre la pérdida de solvencia de España. Con medio punto de spread sobre el Libor en una operación de sólo doscientos millones de dólares, la salida no sería en sí un éxito, como lo fue la de los 450 millones de principios de año, pero permitiría mantener un nivel de solvencia muy aceptable.
Sin embargo, tanto la banca internacional como los medios de la Administración, preocupa dos por el efecto que ha tenido la crisis del aluminio y de Explosivos en el mercado, opinan que será muy difícil obtener dicho diferencial, a menos que se recurra a algunos bancos pequeños o a aquellos que se muestran deseosos por obtener algún favor a cambio. El bajo nivel de participación en un crédito cerrado en estas condiciones perjudicaría aún más la imagen de solvencia.
Para argumentar su opinión, los citados medios recuerdan la retirada del mercado de las operaciones de FECSA y de la Generalitat, una vez convencidos sus gestores de que era mejor esperar a un momento más favorable y así obtener un porcentaje de participación mucho más elevado.
Otro caso significativo es la operación de Autopistas del Atlántico, en la que el banco agente, el Interstate, de California, tuvo que asegurar toda la emisión (cien millones de francos suizos) antes de arriesgar un bajo nivel de participación.
Las fuentes consultadas en la banca señalan, por otro lado, que el argumento gubernamental de que son necesarios doscientos millones de dólares adicionales para compensar pérdida de divisas no se mantiene. En primer lugar, señalan, las constantes de la economía española no son tan malas como se cree, y ahí está, para citar un ejemplo, la reducción del déficit por cuenta corriente, que este año será inferior al del pasado año. En segundo lugar, la pérdida de divisas se está compensando con las operaciones que el Banco Exterior de España está realizando (la última, por importe de 106 millones de dólares, se firmará esta semana) y que han ayudado a compensar la mencionada disminución de reservas.
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