Huelga en Soler Almirall, empresa del INI

Los trabajadores de C. Soler Almirall, empresa del Instituto Nacional de Industria (INI), ubicada en Sant Joan Despí y dedicada a la fabricación de rodamientos, protagonizaron ayer un paro de veinticuatro horas en protesta por el incumplimiento de las inversiones previstas en el plan de viabilidad para relanzar la firma. Durante la jornada de ayer los trabajadores recibieron la visita de Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, quien prometió ayudarlos planteando su problema al Gobierno.

Los empleados, conocedores de la falta de rentabilidad de la factoría, temen por su cierre definitivo, lo cual constituiría una crisis sin precedentes en la historia del Instituto. La acción de protesta se ha producido pocos días después de que la dirección de la empresa haya anunciado oficialmente su propósito de recurrir a un expediente de regulación de empleo, que se aplicaría hasta final de año, con el objetivo de dejar de producir 600.000 unidades de rodamientos.La historia reciente de C. Soler Almirall se inicia a principios de 1979 cuando se firmó un acuerdo entre los antiguos accionistas y los de Kugelfischer, los acreedores principales Kugelfischer-Orbegozo, la comercial Fag Española, SA, y los trabajadores, mediante el cual el INI pasaba a ser el accionista mayoritario de la firma. En dicho acuerdo intervino directamente la Dirección General de Industrias Siderometalúrgicas.

Según los trabajadores, los compromisos de inversión contemplados en el Plan de Reestructuración por el que se formalizaron dichos acuerdos, han sido incumplidos. Las mismas fuentes aseguran que "ni las inversiones presupuestadas para la puesta al día de los equipos productivos y que eran de: 2q5 millones de pesetas para los años 1979 y 1980 y de setenta millones para 1981, ni la formación de una red comercial propia han sido puestos en práctica". "Sólo", aseguran los trabajadores, "se han invertido sesenta millones de pesetas, pero se han destinado al mantenimiento de la infraestructura y los servicios de la propia empresa.

Los trabajadores; critican la actuación del INI, que "no consigue contratos de venta ni con las empresas que controla directamente". La explicación que se da en medios laborales a esta actitud del INI indica que el Instituto prefiere que sus empresas participadas compren los rodamientos a SKF, también participada por el INI, con el objeto de que la multinacional de la que depende se quede, con el máximo de facilidades, con la totalidad de la empresa.

Fuentes del INI han asegurado que se están realizando nuevos estudios y proyectos para buscar una solución a la viabilidad de la empresa, pero que el problema es muy difícil de resolver, ya que la factoría produce rodamientos difíciles de vender.