Palme no combatirá el paro en Suecia con la reducción del horario de trabajo
El primer ministro sueco, el socialista Olof Palme, declaró ayer al diario parisiense Le Monde que la "duración de la jornada de trabajo y la edad de jubilación no pueden ser instrumentos para combatir el paro".Palme aseguró que en Suecia sólo existe un medio para combatir el problema del empleo: "el desarrollo del sector industrial", con el propósito de "recuperar el ritmo de crecimiento económico". "Desde 1976, han desaparecido 160.000 empleos, y el nivel de nuestra producción industrial es el más bajo de Europa".
El primer ministro sueco reconoció que el periodo a que se enfrenta su país actualmente será distinto a la época de crecimiento económico y del nivel de vida en la que ha gobernado anteriormente el partido socialdemócrata. "Hemos dicho claramente que los años próximos serán difíciles ... pero es una austeridad en la solidaridad", añade, "muy diferente la austeridad sólo para los pobres que la derecha propone.
Tercer Mundo
Olof Palme le mostró partidario de proseguir la ayuda al Tercer Mundo, "a pesar de las dificultades por las que atravesamos", y confia que esa ayuda se mantendrá "en el 1% del producto interior bruto sueco".El jefe del Gobierno sueco se refirió a los esfuerzos realizados por la reciente galardonada con el premio Nobel de la Paz, su compatriota Alva Myrdal, en favor de la creación de una zona nórdica desnuclearizada. "Soy muy favorable (a ese proyecto), pero su realización no es fácil. Daneses y noruegos forman parte de la OTAN y, en caso de guerra, pueden ser instaladas armas nucleares en sus territorios", dijo.
En relación con la presunta presencia en aguas territoriales suecas de un submarino de nacionalidad desconocida, Palme aseguró que esto supone "una violación seria de nuestra integridad territorial, pero hay que tener en cuenta que es extremadamente difícil obligar a un submarino a emerger".
En una referencia a la situación internacional, Olof Palme afirmó que hoy en día "es terrible ser palestino, polaco o afgano". "Pero ni los palestinos", concluyó, "ni los polacos, ni los afganos han abandonado la esperanza y el gran deber del mundo es no olvidarles"
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