Chile abandona el ultraliberalismo como política económica oficial

La política económica de Chile de cara al próximo año fiscal olvidará el monetarismo a ultranza de los pasados años. Los nuevos objetivos intentan corregir una tasa oficial de paro que excede ya el 25% de la población activa, paliar el efecto de los déficit exteriores sobre unas finanzas públicas al borde de la bancarrota, y atender inevitables demandas financieras de las empresas.Estos y otros objetivos han sido anunciados a los chilenos, mediante un discurso radiotelevisado a todo el país, por Rolf Luders, ministro de las carteras de Hacienda y Economía, quien ha sido dotado de poderes excepcionales para afrontar la dificil situación económica de Chile.

Al presentar el estado de la hacienda pública y el presupuesto fiscal para 1983, Luders dijo, según la agencia Efe, que debe reconocerse que Chile se enfrenta a la adversidad económica. Añadió que la recuperación será lenta y difícil y deberá cruzar un camino sembrado de escollos, para lo cual ahora serán necesarios ajustes, así como perfeccionar, magnitudes y ritmos.

Pese a estas palabras, el ministro y economista no pasó factura a los últimos años de dictadura y ultraliberalismo económico. Sostuvo que las bases de la economía nacional, calificada como social de mercado, están sanas y que la población debe poner oídos sordos a los que creen que con medidas estatistas podrán superarse los problemas.

La nueva etapa

Para compensar el déficit de su comercio exterior y no echar leña al fuego de una inflación que ascenderá este año al 20%, Chile deberá desprenderse nuevamente de otros quinientos millones de dólares en reservas, pese a que utilizará recursos del Fondo Monetario Internacional. El correspondiente convenio con este organismo ha sido ultimado ya y está en trámite de aprobación por su directorio.La deuda chilena a medio y largo plazo ascendía el 30 de junio pasado a 13.500 millones de dólares. Por ella debe pagar durante 1983 unos 3.640 millones de pesetas en intereses y amortizaciones.

Negociación de la deuda

La política económica interna en esta nueva fase se orientará prioritariamente a lograr una reactivación económica que absorba el paro. Indicó el ministro que el crecimiento autosostenido, acompañado de una política de remuneraciones adecuada, permitirá lenta pero seguramente absorber en forma productiva y definitiva el desempleo.Entre las medidas que se adoptarán anunció la instrumentación de un.mecanismo que facilite la renegociación de las deudas de las empresas.

También está preparado un esfuerzo especial para incrementar las exportaciones, acompañado por medidas antidumping y una política monetaria que, conduzca a una tasa de interés compatible con las necesidades de reactivación económica.

El nuevo intento de reactivar la economía chilena, según Rolf Luders, se hará en las peores condiciones externas existentes desde lacrisis de 1979, pues el nivel de colocaciones financieras internacionales puede llegar a caer levemente durante los próximos ejercicios.