La gente toma el sol en Líbano
En muchas ocasiones he podido constatar la ética profesional y el deseo de objetividad que caracterizan el periódico de su digna dirección. Por este motivo, no puedo evitar expresarle mi asombro ante las noticias que en los últimos meses se dan de los acontecimientos ocurridos en Líbano. Se tiene la impresión de una información muy unilateral y de carácter marcadamente antisemita. Yo misma estuve en Líbano hace dos semanas y pude visitar las ciudades de Tiro, Sidón, Damur y Beirut, además de atravesar dos pueblos drusos camino hacia la capital libanesa. He visto que la población árabe lleva allí una vida muy normal, las tiendas están abiertas y se puede encontrar de todo. Mucho tráfico de coches particulares llena las calles; la gente toma el sol en las terrazas y los hombres están sentados en los cafés fumando la tradicional narguilea. / religiosa de Nuestra Señora de Sion.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
