Las principales personalidades de la vida pública catalana brindaron por EL PAÍS

Jesús Polanco, consejero delegado de PRISA, apretó el botón que puso en la calle la edición barcelonesa de EL PAÍS. Eran exactamente las tres y ocho minutos de la madrugada del miércoles 6 de octubre cuando la rotativa Harris Marinoni empezó a coger velocidad, entre los aplausos de las primeras personalidades de la vida pública catalana, los hombres y las mujeres de EL PAÍS, muchos profesionales de los medios informativos y un aluvión de amigos que esperaban la salida de los primeros ejemplares.

Se culminaba así el primer y más largo día de la joven edición del diario, una jornada que había empezado a las diez de la mañana cuando las redacciones de Madrid y Barcelona empezaron a intercambiar informaciones a través de los ordenadores de las dos terminales que enlazan ambas sedes. Un rayo láser lector se encargaría, luego, con impulsos transmitidos por vía telefónica, del envío de las planchas para la rotativa.Más de seiscientas personas levantaron sus copas deseando éxito al periódico. Entre ellas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Narcis Serra; el presidente del Parlament, Heribert Barrera; el secretario de Estado para la Información, Ignacio Aguirre; el delegado del Gobierno en Cataluña, Jacinto Ballesté; el gobernador civil de Barcelona, Federico Gallo, y el presidente de la Diputación, Francesc Martí. Todos ellos visitaron dete nidamente las instalaciones y se interesaron por los planes de EL PAÍS. También estaban presentes los consellers Trias Fargas, Cullell, Macia Alavedra y Laporte; políticos como Reventós, Senillosa, López Raimundo, Xavier Bigatá, Solé Barberá, Solé Tura, Raimon Obiols, Capdevila, Jaume Camps, Francesc Frutos, Agustí Montal, Hortalá, Pujadas, Pasqual Maragall, Josep Benet, Eduardo Tarragona, Clotas... intelectuales como Carlos Barral, Antoni M. Badía i Margarit, Xavier Rubert de Ventós, Jorge Semprún, Ricardo Bofill, Pere Portabella, Francesc Noy, José María Dexeus, José Menal, Juan Grijalbo, Federico Rahola, Gustavo Gili, Ana María Gili... los consejeros de PRISA Manuel Varela, Ramón Tamames, Juan José De Carlos, Alvaro Noguera, José Vergara, Ramón Jordán de Urries, Diego Hidalgo, José María Prada, Antonio Senillosa, y Guillermo Uña ... personalidades de la vida económica como Figueras Bassols, Carles Güell, Juan Antoni Delgado, Jose Manuel Lara, Alejandro Albert, Javier Godó, Javier Ribó... y del mundo del deporte, como Nicolau Causaus, Josep LLuis Vilaseca... periodistas entre quienes se hallaban Roger Giménez, Josep Pernau, Luis del Olmo, Crespo de Lara, y muchos más. Poco antes de que salieran los primeros ejemplares, hubo discursos en la sala de rotativas. En ellos Narcís Serra dio la bienvenida de la ciudad al diario, José Ortega, presidente de la empresa editora del rotativo, resaltó la independencia del PAÍS y el trabajo de equipo que se esconde tras la cabecera y la empresa, Juan Luis Cebrián destacó el ejercicio diario de la libertad por la que apuesta nuestro periódico, Antonio Franco agradeció la confianza depositada en el equipo de profesionales barceloneses que materializarán la edición y contribuirán a las dos que se realizan en Madrid, y Jordi Pujol destacó el sentido de la piresencia en Barcelona de un diairio con vocación de servicio al estado de las autonomías, y con la especificidad catalana en esta edición. Jesús Polanco cerró el emotivo acto, invitando a los presentes a salir del edificio con un ejemplIar de EL PAÍS bajo el brazo. Poco después lo de tocar físicamente el diario fue realidad, entre parabienes y la alegría de los hombres que han hecho posible la aparición, como Javier Baviano, Lorenzo Ruiz y Joaquín Rodríguez.