Kirilenko, uno de los sucesores de Breznev, gravemente enfermo

Andrei Kirilenko, 76 años, el más veterano miembro del Politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), se encuentra gravemente enfermo. Kirilenko -que pertenece también al secretariado del Comité Central, la otra máxima instancia de poder en la URSS- había sido considerado hasta hace no mucho como posible sucesor de Leónidas Breznev.Ya durante el pasado invierno, Kirilenko estuvo ausente de varias ceremonias oficiales, por lo que se le supuso enfermo, El primer síntoma de que su salud había empeorado se pudo barruntar el martes entre las líneas del diario Pravda: la firma de Kirilenko no se encontraba entre las de los miembros del Politburó al pie de la necrológica de un miembro del Comité Central, recientemente fallecido. Dos días antes -en circunstancias similares-, el nombre de Kirilenko sí podía ser leíde junto a los de los demás miembros del Politburó.

De momento, el Kremlin guarde completo silencio sobre su estado de salud, pero fuentes bien informadas de la capital soviética afirman que se encuentra muy grave. Kirilenko es uno de los hombres más allegados a Breznev. Al igual que el líder soviético y buena parte de los hombres que le rodean, Kirilenko comenzó su carrera política en la cuenca del río Dnieper, en la República ucraniana, donde Breznev se rodeó de una clientela política que le sería de provecho en el futuro.

Durante mucho tiempo, fue considerado como el hombre que tenía mayores posibilidades de suceder a Breznev en el liderazgo de la URSS. Sin embargo, según pasaban los años, su avanzada edad fue quitándole probabilidades.

En la actualidad, otros dos miembros del Politburó y del secretariado son considerados favoritos: Yuri Andropov, 68 años, ex presidente del KGB (policía política) y Konstantin Chernenko, 71, miembro de la secretaría personal de Breznev.

La posible desaparición de Kirilenko supondría una importante pérdida para el sector más ortodoxo del partido, que ya a principios de este año sufrió la baja de Mijail Suslov, que era su más conspicuo representante.