Suárez sigue haciendo campaña 'en tono menor'

El presidente del Centro Democrático y Social, Adolfo Suárez, sigue haciendo campaña de tono menor, ahora en Alicante y Valencia. Suárez sigue huyendo de los mítines masivos, prefiriendo limitarse exclusivamente a encuentros con militantes de su partido, así como las reuniones con periodistas que le garantizan una presencia en los medios informativos locales. Sin embargo, el ex presidente del Gobierno tuvo su primer baño de multitud ayer en Orihuela, donde se lanzó a un paseo por las calles de la ciudad, el primero de este tipo que realiza desde que abandonó el poder. Decenas de personas, especialmente damas de cierta edad, se lanzaron gritando a abrazar y besar al líder, que fue muy piropeado.También en Elche se repitieron, aunque en menor grado, estas escenas, si bien, paralelamente, un hombre le increpó llamándole "traidor". Pese a su indudable popularidad, Suárez sigue evitando los mítines, por los que ya han pasado, en estas mismas latitudes, otros dirigentes políticos, que consideran a Levante como una zona de especial importancia ante las elecciones. Felipe González protagonizará un gran mítin mañana en Valencia, y Carrillo lo hará el domingo.

En sus encuentros con la Prensa, Suárez continúa realizando una meritoria -y constantemente repetida- tarea en torno a tres puntos principales: la predicación del antigolpismo, en tonos cada vez más duros contra los militares insurrectos -"no merecen ni ser llamados caballeros", dijo ayer en Valencia-; en segundo lugar, la profecía de que, si las cosas continúan como están, España se encuentra al borde del crack económico; y finalmente, la oferta de un pacto de Estado entre todas las grandes fuerzas políticas, en torno a la situación económico-social y a la política exterior.

Tal vez hoy mismo, jornada en que Suárez visitará Avila, se lance, por fin, a una campaña electoral callejera, olvidando el cómodo refugio de los incondicionales.